El exdirector médico del Instituto Nacional del Cáncer (Incan), Marcelo Galli, calificó como una “burla al pueblo paraguayo” la propuesta de legisladores cartistas de destinar fondos para la atención de pacientes oncológicos. Aseguró que se trata de una maniobra populista, ya que el Presupuesto General de la Nación ya fue aprobado sin incluir estos recursos.
Los asegurados del IPS acuden a los servicios buscando atención médica, estudios clínicos y medicinas, pero cientos se retirar con las manos vacías. Durante los últimos meses, la crisis se agudizó y desesperados aportantes acuden a hospitales públicos o postergan tratamientos. Cansados, pacientes oncológicos acusan a las autoridades del ente y piden una solución.
Un joven paciente en tratamiento paliativo reflexionó sobre la triste realidad que enfrentan quienes atraviesan este proceso. Afirmó que todas las personas con osteosarcoma que conoció terminaron de la misma manera, a pesar de seguir estrictamente las indicaciones de los médicos. “Ahora tengo que tomar la decisión de si suicidarme o morir en un hospital rodeado de máquinas, y no quiero”, expresó con resignación.
La doctora Jabibi Noguera, directora general del Instituto Nacional del Cáncer (Incan), anunció que el hospital público inició un llamado a licitación para mejorar el sistema eléctrico del servicio. El lunes a la noche, un corte de energía dejó a oscuras el establecimiento, referencia nacional en oncología.
Un transformador averiado dejó sin energía eléctrica a gran parte del Instituto Nacional del Cáncer, afectando la mayoría de sus dependencias. Solo las áreas de Urgencias y Terapia Intensiva cuentan con suministro, mientras las cirugías programadas fueron suspendidas.
A través de la Defensoría del Pueblo, familiares de pacientes con cáncer devolvieron cerca de G. 400 millones al Instituto Nacional del Cáncer (Incan) que servirían para otros pacientes que los necesiten.