25 de octubre de 2025

El embajador de Brasil en Paraguay, José Antonio Marcondes, aseguró que las informaciones surgidas sobre un supuesto espionaje a autoridades paraguayas “no tienen impacto en la negociación” del Anexo C del Tratado de Itaipú.

MINGA GUAZÚ. Personas privadas de libertad (PPL) del Centro de Reinserción Social de Minga Guazú denunciaron la persistente falta de agua potable para el consumo y la higiene personal. En una nota remitida el sábado 18 de octubre, los internos aseguran que el agua que reciben “es intomable, de color rojizo” y que los sanitarios “se encuentran en estado deplorable por la falta de agua”. El Ministerio de Justicia negó que exista desabastecimiento del vital líquido en el penal.
En Brasil se ha desatado una polémica sobre qué va a pasar con la energía sobrante paraguaya después de 2027. Enio Verri, director general brasileño de Itaipú, declaró que cada socio podrá a partir de ese año vender su parte a terceros si así lo decide, y desde el Instituto Acende, un influyente “think tank” de orientación técnico-empresarial, le respondieron que el Tratado no lo permite y que, en todo caso, solo podría hacerse “atendiendo la seguridad energética (de Brasil) y la estabilidad del suministro”. Es de por sí irritante que en un país se sientan con derecho a disponer del patrimonio de otro, pero lo es más aún el que no haya ninguna voz oficial que salga a defender el interés y la dignidad del país. No hay nada que discutir, los plazos están largamente vencidos, la deuda por la construcción de la central está totalmente cancelada, la energía del Paraguay es de los paraguayos y de nadie más.
La puja por la intendencia de Ciudad del Este en las próximas elecciones extraordinarias del 9 de noviembre está cada vez más reñida, sobre todo por la manipulación de funcionarios públicos por parte de los dirigentes colorados para que voten por el candidato de este partido. Los servidores públicos afirman que desde hace más de 15 años no recibían tal presión por parte de un grupo político.

Según el censo de 2022 realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el crecimiento demográfico de nuestro socio energético alcanzó la tasa anual de 0,52% entre 2010 y 2022; es decir, la población brasileña creció anualmente 1.056.120 habitantes sobre un universo actual de 203,1 millones de personas. La lógica más simple es que también aumentó el consumo de energía eléctrica.

A partir de enero del 2027 ya no habrá “gastos socioambientales en Itaipú”. La conclusión, categórica por cierto, se desprende de la defensa que hizo Alexandre Silveira, ministro de Minas y Energía del gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva, en una audiencia pública de la Comisión de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados el miércoles último.