MADRID. El Nobel de Literatura a Han Kang es la última prueba de la potencia de la cultura coreana, que desde hace dos décadas no para de apabullar a Occidente con sus novedosas apuestas: el K-Pop, series como ‘Squid Game’ o películas como ‘Parásitos’, que se llevó nada menos que cuatro Óscar en 2020.
SEÚL. Pese a la distancia, unos 2,46 millones de fans siguieron a través de internet y en los cines los conciertos que la agrupación surcoreana BTS ofreció, la semana pasada en Seúl. La información fue dada a conocer por Hybe, la agencia que representa al grupo de K-Pop.
Montserrat Álvarez aprovecha el último k-drama de moda para hablar de la gran huelga de Ssangyong, ese caso real de la reciente historia surcoreana «cuya larga y venenosa sombra oscurece el presente».
Sobre las postrimerías del «marxismo de Hollywood» y Parasite, el oscarizado largometraje del director surcoreano Bong Joon-ho (Daegu, 1969).
Mucho color en los atuendos, música movida y, por sobre todo, coreografías originales forman parte del pop coreano. Óliver Gómez (16) es un bailarín que recrea pasos de videos musicales del kpop, un estilo asiático que, actualmente, atrae a los jóvenes.
Vestimentas raras, ritmos movidos y bandas conocidas hacen del kpop un género atractivo. “Legado” es un grupo de baile kpop covers conformado por Deyanira Peralta (18), Leticia Almada (25) y Leda Britos (18), atraídas por el estilo del hip hop asiático.