La ministra de la Seprelad, Liliana Alcaraz, dijo ayer que “cualquier tipo de información de esa naturaleza es confidencial” y la institución a su cargo “es una secretaría de inteligencia”. Así respondió al ser consultada sobre el caso de la supuesta repartija de termos con dinero en efectivo que entregó el presidente Santiago Peña. Dijo que la Fiscalía es la que recibe las denuncias.
Liliana Alcaraz, titular de Seprelad, al reconocer el financiamiento de sujetos obligados -y no identificarlos- para la realización del quincuagésimo pleno de Gafilat, pisotea una de las recomendaciones del GAFI sobre la interferencia indebida en el funcionamiento de las unidades de Inteligencia Financiera (UIF). Para la actual presidenta pro tempore de Gafilat, el apoyo privado de las entidades -que la misma Seprelad debe controlar, sancionar y elevar a la Fiscalía en casos de incumplimientos- no constituye un conflicto de interés.
Senadores de la oposición intentarán en su última sesión ordinaria, antes del inicio del receso parlamentario, aprobar dos pedidos de informes a la Seprelad sobre el cuestionado evento de representantes de Gafilat que fue financiado por personas que hasta ahora se desconocen.
La Cámara de Diputados pidió informes a la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad) sobre la financiación de una reunión en Paraguay del pleno del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat) tras el escándalo ocurrido en la cena de bienvenida en donde compartieron los invitados internacionales con abogados de personas investigadas por supuesto lavado de dinero.
La semana pasada se llevó a cabo en nuestro país el quincuagésimo pleno de representantes de Gafilat en el país, cuya presidenta pro tempore la actual titular de la Seprelad, Liliana Alcaraz, donde se debatieron los avances y seguimiento de 18 países en el combate del lavado de dinero y financiamiento al terrorismo. El evento incluyó una pomposa cena de bienvenida donde los abogados de investigados por lavado de dinero compartieron con los visitantes internacionales. El hecho fue catalogado como un “bochorno internacional”, sin embargo, una diputada cartista pidió que el sitio de la cena sea declarado de interés turístico por la Cámara Baja.
Abogados, casas de cambios, inmobiliarias, bancos, todos sujetos obligados o bajo control de la Seprelad, financiaron el quincuagésimo pleno de Gafilat en nuestro país, según alardeó ayer la exfiscala Liliana Alcaraz. Esta última, que actualmente ocupa la presidencia pro tempore, arrastró al bochorno al organismo internacional que debe prevenir el lavado de dinero y financiamiento del terrorismo. Alcaraz se niega a transparentar e informar sobre los financistas de la reunión, para conocer si tienen reportes de operaciones sospechosas o si han sido investigados.