30 de noviembre de 2024
El bello rostro y las sensuales curvas de una joven son apenas una fachada -tan tentadora como engañosa- utilizada por internos de penales para realizar el delito conocido como “sextorsión” o “sexting”, que reditúa en millonarios ingresos ilícitos. No hay que subestimar la capacidad de engaño de los delincuentes, que son capaces de simular tanto el encanto de “Jessikita Vera” u otro nombre ficticio, como también la voz de algún “comisario” llamando desde su oficina, incluso con la frecuencia policial de fondo.