27 de julio de 2025
KATMANDÚ (EFE). Escalar el Everest ha sido objeto de la ambición del ser humano durante más de medio siglo, pero la gloria no es lo único imperecedero a más de 6.000 metros de altura, ya que los excrementos de quienes llegan a lo más alto del mundo se han convertido en un problema y limpiarlos otro más. Se estima que cada alpinista deja en promedio 8 kilos de desechos en su ascensión.