CIUDAD DE PANAMÁ. El juicio por el caso Lava Jato en Panamá, que involucra al extinto bufete Mossack Fonseca, epicentro del escándalo Papeles de Panamá, comenzará este lunes con 32 imputados por blanqueo y tras un largo y accidentado camino.
“El cliente necesita con urgencia la apertura de la Sucursal en Bolivia”, escribió en marzo de 2016 Norma Thomen, del estudio jurídico paraguayo Beconi a empleados del bufete panameño Mossack Fonseca (MF).
Cristian Alberto Cibils Wilson Smith, cónsul general honorario del Reino de Noruega en Asunción, es otro diplomático cuyo nombre aparece vinculado a una empresa offshore creada con ayuda del bufete panameño Mossack Fonseca, centro del escándalo mundial conocido como los “Papeles de Panamá”.
Un ciudadano italiano que fue investigado por lavado de dinero y evasión en su país natal consiguió abrir varias empresas de portafolio en paraísos fiscales a través del bufete Mossack Fonseca. Lo hizo desde Paraguay.
Un empresario paraguayo creó una offshore para hacer negocios con el Estado. En cinco años, la empresa de portafolio facturó más de US$ 27 millones, todo en licitaciones otorgadas por la Administración Nacional de Electricidad (ANDE). El año pasado, la firma fue sancionada por Contrataciones Públicas debido a incumplimientos.
Un caso que no deja de ser llamativo es el de un ciudadano brasileño que declaró una dirección en Pedro Juan Caballero para abrir su propia empresa offshore a través de Mossack Fonseca.