30 de septiembre de 2025
Seguramente hubo momentos de mayor miserabilidad en el Congreso, claro que sí. Pero esta semana, fue una eternidad de ruindad y vileza el descargo de la senadora Lourdes Noelia Cabrera Peters para justificar por qué sus “maravillosos” sobrinos no acuden al Congreso a trabajar como cualquier otro funcionario público.
La senadora Noelia Cabrera puso a disposición de la Presidencia de la Cámara Alta su cargo como presidenta de la Comisión Nacional de Defensa de los Recursos Naturales (Conaderna) tras el caso de sus “neposobrinos”.
A estas alturas, ya hay evidencias suficientes de que para el oficialismo, los cargos públicos son simples monedas de cambio. Es decir, estaría dispuesto a sancionar una presunta irregularidad solo si se hace lo mismo con la que, a su criterio, habría sido cometida en el otro bando. Eso es lo que surge, por ejemplo, de las intervenciones a las municipalidades de Asunción y de Ciudad del Este, así como de la suerte de chantaje en curso para salvar la investidura de la senadora Noelia Cabrera (PLRA, cartista), mediante la anunciada instrucción de un sumario a un lejano pariente político de la senadora Celeste Amarilla (PLRA), que está “a cargo” de su colega Ever Villalba (PLRA). La cuestión va más allá del caso de la senadora Cabrera y del funcionario sumariado, así como de las intervenciones en las dos municipalidades citadas. De lo que se trata, en términos generales, es de la aplicación perversa del viejo principio romano “doy para que des”, que alude a la reciprocidad de un acuerdo.
El senador opositor Ignacio Iramain (Independiente) en su intervención citó obras como “El ensayo sobre la lucidez” de José Saramago y “Elogio del imbécil“, de Pino Aprile para pedir a sus colegas al menos no vanagloriase de la “estupidez” y que al menos “no sea eterna”.
La senador Yolanda Paredes (CN) acusó al cartismo de estar incurriendo en el tipo penal de “coacción a órganos del Estado” al apretar a los opositores con informaciones oficiales protegidas. Los retó a echarla y dijo que no les teme. La cartista Norma Aquino (Yamy Nal)” se “incriminó” al atribuirse “filtración” contra rivales. Fue hoy durante el debate por el caso de los “neposobrinos” de Noelia Cabrera Petters.