El director de Opaci, Nelson Peralta, señaló que a finales de marzo ya se podría contar con una nueva ley que unificará el precio de la habilitación vehicular en todos los municipios. Pidió a la ciudadanía esperar la eventual promulgación de los cambios en estudio para renovar sus patentes.
El intendente de Naranjal y presidente de la Asociación de Municipalidades del Alto Paraná (Amualpa), Edoard Schaffrath, abogó por una ley que permita la unificación de los costos de habilitación vehicular, basada en un consenso real entre los municipios. Anunció que participará de la reunión prevista entre los 17 presidentes de asociaciones de intendentes y representantes de la OPACI, prevista para este lunes en la ciudad de San Bernardino.
El intendente de Naranjal y presidente de la Asociación de Municipalidades del Alto Paraná (Amualpa), Edoard Schaffath, lamentó que la normativa, que establece nuevos lineamientos para las habilitaciones vehiculares, haya sido propuesta sin un consenso real entre los municipios. Anunció que se debatirá su implementación en una reunión prevista para este lunes en la ciudad de San Bernardino.
La Organización Paraguaya de Cooperación Intermunicipal está trabajando en un borrador para proponer la modificación de la Ley N° 7.447, buscando un equilibrio y el beneficio de todos. Según explicó el director de la Opaci, las opciones que se manejan son aplicar el impuesto de patentes de rodados por jornales o mantener lo que establece la Ley 620/76.
La Ley N.º 7.447 busca unificar los costos de habilitación vehicular en todo el país, pero está generando críticas. Ante los reclamos, se presentarán propuestas de modificación por parte de diputados, intendentes y organizaciones intermunicipales.
Óscar Cabrera, presidente de la Organización Paraguaya de Cooperación Intermunicipal (Opaci), mencionó que están trabajando en un pedido de modificación al proyecto de ley que unifica los costos de la habilitación vehicular para que “se ajuste a la realidad y no golpee al bolsillo de la gente”. Agregó que buscan que los precios sean justos, de manera que el dueño de un “chileré” no pague lo mismo que el de un automóvil de mayor costo.