13 de octubre de 2025
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) anunció este viernes que tras la quita acordada con los acreedores del Estado con resoluciones judiciales firmes y ejecutoriadas, pagará finalmente el 81,5% de la deuda total reclamada inicialmente.
Luego de que la Cámara de Diputados haya sancionado la ley que aprueba el préstamo de US$ 100 millones del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) podrá pagar solo la mitad de la millonaria deuda que tiene con sus contratistas. La cartera debe más de US$ 200 millones a diferentes constructoras, monto que viene repuntando mes a mes.
Pese a que el Gobierno del presidente Horacio Cartes ha hecho oídos sordos a las peticiones del intendente Mario Ferreiro para el pago de la deuda, el jefe comunal no ha dudado en complacer los pedidos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). Es lo que criticó el concejal Augusto Wagner (PLRA) en una minuta presentada este mes.
Las cuentas públicas del 2004 al 2011 se destacaban por cerrar el ejercicio siempre con saldo positivo, es decir, sus ingresos eran superiores a los gastos que demandaba el Estado, con lo que el Ministerio de Hacienda disponía de recursos adicionales, no solo para responder a los compromisos básicos, sino también para financiar proyectos de infraestructura. Sin embargo, esta bonanza fiscal de ocho años se vio abruptamente rota por una decisión política en 2011, durante el tratamiento del proyecto de Presupuesto General de la Nación para el 2012. Los legisladores, sin previsionar una fuente de financiamiento, aprobaron una suba salarial general de 40% para funcionarios públicos, que terminó impactando en la capacidad que hasta 2011 tenía el fisco para enfrentar holgadamente todos los compromisos del Estado. Con el nuevo escenario, desde el 2012 y hasta 2016, las finanzas públicas pasaron de tener superávit a déficit.
La calidad de pago de los clientes financieros refleja una mejoría, si se consideran algunos indicadores que muestran, por ejemplo, una disminución en los índices de cuentas corrientes canceladas, reducción de los niveles de morosidad de la cartera de crédito y una brecha inferior en el saldo de cuentas renegociadas. Sin embargo, el BCP se mantiene cauto en las previsiones.