24 de noviembre de 2025

El presidente Santiago Peña reconoció los retrasos en los pagos a las constructoras y farmacéuticas, y aseguró que las deudas del Estado se regularizarán recién a principios del 2026. Los gremios habían expresado su malestar por la falta de cumplimiento del Gobierno.

HERNANDARIAS. La Junta Municipal autorizó al intendente Emiliano Nelson Cano Ozuna (Movimiento Unidos Para el Cambio) para contraer un empréstito de G. 5.500 millones para el pago de deudas dejadas por la administración de Rubén Rojas (ANR, cartista).

Luego de que la Cámara de Diputados haya sancionado la ley que aprueba el préstamo de US$ 100 millones del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) podrá pagar solo la mitad de la millonaria deuda que tiene con sus contratistas. La cartera debe más de US$ 200 millones a diferentes constructoras, monto que viene repuntando mes a mes.

Pese a que el Gobierno del presidente Horacio Cartes ha hecho oídos sordos a las peticiones del intendente Mario Ferreiro para el pago de la deuda, el jefe comunal no ha dudado en complacer los pedidos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). Es lo que criticó el concejal Augusto Wagner (PLRA) en una minuta presentada este mes.

Las cuentas públicas del 2004 al 2011 se destacaban por cerrar el ejercicio siempre con saldo positivo, es decir, sus ingresos eran superiores a los gastos que demandaba el Estado, con lo que el Ministerio de Hacienda disponía de recursos adicionales, no solo para responder a los compromisos básicos, sino también para financiar proyectos de infraestructura. Sin embargo, esta bonanza fiscal de ocho años se vio abruptamente rota por una decisión política en 2011, durante el tratamiento del proyecto de Presupuesto General de la Nación para el 2012. Los legisladores, sin previsionar una fuente de financiamiento, aprobaron una suba salarial general de 40% para funcionarios públicos, que terminó impactando en la capacidad que hasta 2011 tenía el fisco para enfrentar holgadamente todos los compromisos del Estado. Con el nuevo escenario, desde el 2012 y hasta 2016, las finanzas públicas pasaron de tener superávit a déficit.