Nancy Jaquet, familiar de las víctimas del choque fatal sobre la ruta Luque - San Bernardino, lamentó los privilegios que recibe el presunto autor, Eugenio Sanabria Vierci, que mañana podría obtener la medida de prisión domiciliaria. “Lo que pedimos es que vaya a una penitenciaría, no a su casa”, mencionó.
Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, decía Santos Discépolo, sin imaginar que el Congreso paraguayo sería la réplica exacta del más despreciable cambalache donde la moral y la vergüenza se cotizan al valor de un paseo de playa o un boleto de avión. “Da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón”, decía también el famoso autor argentino. Con total desfachatez, el presidente de la Cámara de Diputados, el cartista Raúl Latorre, trató de justificar el gasto de 14 pasajes a Estados Unidos, más 13 víaticos de los 15 diputados que viajaron, pagados con el dinero de todos los paraguayos. Quince diputados que ni siquiera han recibido una invitación oficial del Gobierno norteamericano pero que se han colgado de una conveniente oportunidad de realizar un viajecito, allí donde su líder no puede entrar, pero donde ellos son capaces de sacrificar hasta su propia vergüenza, si es que aún les queda, para dar un paseo y conocer algunos museos.
Sin vergüenza, sin moral y sin ética alguna, unos 15 diputados decidieron ir de tour a los Estados Unidos, sin invitación oficial pero financiados por todos los contribuyentes paraguayos a los que cada día se los estruja más en tributos impositivos para cubrir los excesos del gobierno cartista de Santiago Peña. Cuando falta poco más o poco menos de un mes para que se vayan de vacaciones nuevamente por más de dos meses, un grupo de parlamentarios consideró una idea maravillosa rabonear en la Cámara Baja y arremeter con un tour a los Estados Unidos, tomando un paquete que incluyó visitar otras ciudades en otros estados, además de acceder a paseos culturales, históricos y excéntricos como un crucero en el famoso río Potomac, que fluye a lo largo de Washington DC, la capital de los Estados Unidos. Sin una pizca de rubor, diputados hombres y mujeres se colgaron del presupuesto público, sostenido por todos los paraguayos.
El plan de quienes están ahora en el poder es sencillo y está a la vista: que todo siga como en los últimos años, con repartija de cargos públicos para los leales, manipulación de los tres poderes del Estado e instituciones extrapoder, difamar y perseguir a los críticos y aprovechar la ocasión para hacer negocios con información privilegiada y dinero del Estado.
En el Paraguay de hoy, ejercer la función pública es una actividad bastante provechosa: se trabaja poco y el salario no es despreciable, aparte de que puede elevarse notablemente mediante el soborno y el desvío de fondos. Además, existen provechos adicionales otorgados por ley, como los viajes oficiales turísticos, los costosos seguros médicos privados y las jubilaciones de privilegio, solventados por los contribuyentes, inclusive por aquellos que deben soportar las carencias del sistema sanitario, tanto o más graves que las de la educación pública y las de la infraestructura vial. El autoservicio resulta evidente en el caso de quienes disponen del dinero público desde las altas esferas, en la medida en que pueden asignarse envidiables ventajas, sancionando y promulgando el Presupuesto. Por ejemplo, ahora mismo la Comisión Bicameral competente sugirió aprobar la inclusión de los legisladores entre los usufructuarios de un seguro médico vip, además de cupos mensuales de combustible, mientras la población sufre necesidades.
El cartismo dentro del Congreso Nacional se comprometió a “analizar” los cuestionados privilegios que pretenden auto-adjudicarse a partir del año que viene. El titular del Poder Legislativo no quiso opinar demasiado sobre el punto, pero sí defendió el seguro médico vip. Los opositores, en cambio, calificaron al intención como una bofetada para el pueblo paraguayo.