24 de noviembre de 2024
BUENOS AIRES. En las tardes despejadas de invierno y primavera resulta imposible pasear por las calles de Puerto Madryn sin escuchar en algún momento el rumor de las ballenas: la fuerza de sus aletas golpeando el agua, la apertura de sus espiráculos -agujeros en la parte superior de la cabeza- al respirar, el canto inconfundible de una madre llamando a su cría.