El arquitecto Aníbal Maidana González realizó transformaciones y ampliaciones en áreas de quincho y jardinería, cuando se anexaron terrenos a la propiedad. La nueva piscina es rectangular y sencilla para nadar, y está rodeada de vegetación, que se agrega para potenciar lo nuevo y aprovechar lo existente. Hay césped bien cuidado, muy acolchado, cultivado en pan para que cubriera rápido. Después se hizo el mantenimiento y la limpieza permanentes.
Para dar mayor utilidad al terreno, en la parte posterior de la casa los propietarios decidieron crear un quincho de amplias dimensiones. El objetivo es el disfrute de personas de distintas edades, presentes en acontecimientos memorables. La altura del techo y los ventanales dejan ingresar la mayor iluminación natural. Lucen allí prácticos y bellos muebles preparados para albergar la mayor cantidad de invitados.
Con ingenio se crean sectores cálidos, se valorizan los pisos calcáreos originales y dibujados, pilares de quebracho, tirantes de demolición, así como el piso de alisado de cemento con fajas de madera. El aire campestre que emana esta morada genera un remanso de paz, ideal para estas fechas. Su rica naturaleza invita a las personas a disfrutar en la hamaca bajo enredaderas perfumadas o frondosos árboles.
El quincho se sitúa a unos metros de la casa, con una terraza a la sombra, donde se traslada el comedor con sillas plegables cubiertas de loneta, muy apropiadas para los bañistas, que llegan mojados y con hambre a la mesa.
El quincho es el sector de la casa ideal para distensiones con la familia o amigos. Esta área debe estar climatizada para mayor confort.
Los tejidos que se utilizan para enmarcar un sector del quincho tienen algunos secretos que debemos conocer.