14 de agosto de 2025
Paraguay atraviesa una etapa crítica de transformación en su modelo de desarrollo. La energía y los recursos naturales constituyen pilares estratégicos para la competitividad económica, la seguridad nacional, la sostenibilidad ambiental y la equidad social.
Como nunca la humanidad -o buena parte de ella al menos- está persuadida de que nuestro planeta tierra, nuestra casa común, se encuentra al borde del abismo en términos ambientales. Y, como el chiste de un inefable personaje, nos emperramos en dar el “paso adelante” para desbarrancarnos sin remedio.
Se cerró esta semana el injusto círculo de inseguridad jurídica en contra de la inversión privada con cuidado del medio ambiente. En la Cámara de Diputados no se consiguieron los votos suficientes para la ratificación en las modificaciones de los artículos 4 y 6 de la Ley N° 5723/ 16 que declara área silvestre protegida al parque Médanos del Chaco.
La única fuente segura de agua en el Chaco central, pasando el Puente Remanso, es el agua de lluvia. Agua que de tanto en tanto cae regando la fe de los ciudadanos que atrevidamente dejamos en este árido territorio nuestro trabajo y nuestras esperanzas. Por lo demás, rimbombantes proyectos como el acueducto del Chaco que desperdició más de US$ 150 millones no fueron más que un agujero para perder dinero; un agujero tan grande como el realizado en la expectativa del pueblo chaqueño que inmerecidamente debe seguir aguardando del cielo la solución para calmar su sed.