18 de diciembre de 2025

Familiares, amigos, músicos y admiradores despidieron en la tarde de este lunes a Rigoberto Arévalo en el Cementerio del Sur de Barrio Obrero. La ceremonia estuvo marcada por la música, los requintos y palabras emotivas que repasaron no solo su obra artística, sino también la dimensión humana y cultural de un referente de la música paraguaya.


“El don de músico lo heredé de toda mi familia, lo llevo en la sangre”, cuenta Sergio Cristaldo (17), requintista. Manifiesta que haber nacido zurdo fue una dificultad a la hora de encontrar una guitarra con cuerdas cambiadas. Afirma que todo puede lograrse con dedicación, y que el secreto para tener la mejor interpretación de tres lecheros está en saber utilizar la púa.