1 de julio de 2025
El obispo de la diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, dejó un claro mensaje a los fieles al señalar que el país atraviesa momentos difíciles marcados por hechos de corrupción y escándalos que han golpeado a la sociedad en los últimos tiempos. Frente a esta realidad, exhortó a todos a volver a las raíces, al fundamento esencial de la fe cristiana.
En una emotiva celebración del Viernes Santo en la Basílica de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de la diócesis, compartió una profunda reflexión centrada en el perdón, la misericordia y la reconciliación, en el marco de la Pasión del Señor.
Con la tradicional bendición de palmas y la recordación de la entrada de Jesús a Jerusalén, se realizó hoy la apertura oficial de la Semana Santa en la ciudad de Caacupé. La ceremonia tuvo lugar en la Basílica, donde se celebró una multitudinaria misa presidida por el obispo de la diócesis, monseñor Ricardo Valenzuela. Durante su homilía, lanzó un contundente llamado a revisar las estructuras injustas que continúan oprimiendo al pueblo paraguayo. Denunció con firmeza el avance del narcotráfico y la llamada “mafia de los pagarés”. Pidió derribar las barreras que alimentan la pobreza extrema, la corrupción y la impunidad.
En la misa dominical celebrada en el Santuario de Nuestra Señora de los Milagros, el obispo de la diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, hizo un fuerte llamado a la ciudadanía a recuperar los valores fundamentales como la honestidad y la sinceridad, especialmente en tiempos de crisis social.
El obispo de la diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, presidió la misa en el santuario de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé. En su prédica cuestionó el aumento de los casos de feminicidio, filicidio y otras violencias que se registran en el Paraguay. Resaltó que es hora de buscar soluciones y evitar que sigan ocurriendo desgracias.
El obispo de la diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, presidió la misa en el santuario de Nuestra Señora de los Milagros. En su homilía dijo que el poder solo trae vaciedad, no tiene color, no tiene vestido. “Querer tener poder es el método traicionero del demonio”, expresó.