2 de abril de 2025
Según datos oficiales, los servicios financieros llegan actualmente al 80% de la población de 15 años y más en Paraguay, que serían alrededor de 3,7 millones de clientes que operan en el sistema financiero nacional. En el marco de la semana de la educación e inclusión financiera que se desarrolló durante este mes, la Asociación de Bancos del Paraguay (Asoban) elaboró un reporte sobre los principales alcances, entre los que destacó que con el progreso de las estrategias de inclusión y de inclusión financiera, hoy más de 3,7 millones de personas ya acceden a servicios de la banca formal, que representa el 80% de la población mayor de 15 años.
Las perspectivas a futuro para los sistemas financieros, tanto a nivel nacional como regional, son alentadoras. El crecimiento de los activos bancarios, con niveles de utilidad por encima de los registrados en prepandemia, permiten que las entidades aseguren su capacidad de hacer frente a los compromisos financieros y la rentabilidad requerida por sus fondeadores, sean estos terceros o aportantes de capital, resaltó Hernán Colmán, exsuperintendente de la Superintendencia de Bancos (SIB), quien fue designado Secretario General de la Asociación de Supervisores Bancarios de las Américas (ASBA).
La cartera de créditos en Paraguay, que comprende préstamos y financiamientos otorgados a individuos y empresas, refleja la dinámica económica del país frente a los desafíos enfrentados en los últimos años. A saber, la pandemia, así como las consecuencias de las condiciones climáticas adversas, como las sequías y los incendios forestales, ocurridos en 2019, son factores que provocaron cambios significativos en los niveles de endeudamiento de los principales sectores económicos.
En los últimos años, el sistema financiero paraguayo ha logrado manejarse en un escenario de estabilidad y en cuyo proceso el Banco Central del Paraguay (BCP) también viene cumpliendo un rol de gran importancia.
Desde la naturaleza (técnica), hemos de ponderar lo que se justiprecia dentro de la tutela jurídica, bajo un abordaje general del orden económico, pues bien, el sistema denominado “Flipper Zero” ha resultado un gadget (artilugio) que se encuentra siendo manipulado hábilmente por aquellos (sujetos) que buscan un beneficio económico indebido a través del perjuicio patrimonial de terceros. La idea (fraudulenta) de este “artefacto” razona en una “navaja suiza del hacking” que constituye un parámetro de riesgo para la sociedad (actual).
Preocupa que la regulación excesiva en el sector financiero sobre normas antilavado y otros termine empujando nuevamente a los clientes ya bancarizados al sector informal. Jorge Schreiner economista y ex miembro del directorio del BCP advirtió también sobre el riesgo que fusiones de entes termine opacando espacios para sectores minoritarios.