5 de noviembre de 2025

La visión borrosa o doble, a menudo ignorada, puede ser un síntoma crucial de emergencias neurológicas. Identificar la causa subyacente, desde lesiones del nervio óptico hasta traumatismos, es vital para garantizar un tratamiento oportuno y eficaz.

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune, crónica, desmielinizante del sistema nervioso central; el daño al nervio es causado por una inflamación que ocurre cuando las células inmunitarias del propio cuerpo atacan a la vaina de mielina. Esta es la cubierta protectora que rodea las neuronas. Cuando se daña, los impulsos nerviosos disminuyen o se detienen y esto puede ocurrir a lo largo de cualquier zona del cerebro, el nervio óptico o la médula espinal. Es por todo esto que los síntomas son muy variables debido a que la localización y magnitud de cada ataque puede ser diferente. Los síntomas sensitivos (40%) son los más frecuentes, se manifiesta como hormigueos y alteraciones de la sensibilidad en distintas zonas del cuerpo. Otra forma frecuente de presentación son los síntomas que afectan la visión como visión borrosa o disminución de agudeza visual así como visión doble. Otro síntoma que debemos tener en cuenta es la pérdida de fuerza en uno o más miembros así como dificultad para coordinar movimientos.



Nuestro organismo presenta gran complejidad biológica porque está constituido por órganos estructurados en sistemas que trabajan de manera coordinada en la ejecución de sus funciones. Pero una complejidad tan elevada requiere de un sistema que coordine a los demás y esa labor la realiza el sistema nervioso.