Ciertamente, la interacción probatoria con los alcances tecnológicos ocupa una constante dentro de los diversos tramos sociales, administrativos, empresariales (entre otros), que determinan una “debida” diligencia para corresponder al sentido (objetivo) de toda documentación con precisión de cada una de las relaciones económicas – tributarias; así como, a la incidencia de los datos informáticos. Es así que el parámetro de control sobre la base del “documento” se ha perfeccionado desde el papel hasta los archivos y/o ficheros “electrónicos”.
Tras un par de meses de haberse conformado la Comisión Técnica Económica Tributaria, con la integración de exministros de Hacienda y expertos en la materia, con el fin de revisar el sistema impositivo y sugerir modificaciones, finalmente esta semana se dio a conocer una propuesta a la situación del sistema impositivo paraguayo. Al respecto presentamos en esta edición algunas consideraciones que podrían contribuir a desarrollar un sistema tributario justo y ordenado en Paraguay, que podrían conceder mayor eficacia y eficiencia del gasto público nacional.
El proyecto de modernización del sistema tributario establece cambios en tasas del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), para bebidas y tabaco, aunque no difieren mucho de las vigentes actualmente, según se puede apreciar en el borrador que socializarán desde esta semana.
El senador del Frente Guasu Hugo Richer afirmó ayer a la prensa que el Estado “no puede seguir sosteniendo un sistema tributario basado en la iniquidad”. Fue al sostener la necesidad de aprobar un proyecto de ley planteado por su sector político y en estudio actualmente en el Senado, que establece un impuesto del 15% a los granos en estado natural, como la soja, el arroz y el maíz.
Seis son las características resaltantes del sistema tributario paraguayo que contribuyen significativamente a su escasa eficiencia y equidad, según el exministro de Hacienda Dionisio Borda y el exviceministro de Economía Manuel Caballero.