23 de noviembre de 2024
La violencia, en cualquiera de sus formas, genera un impacto muy profundo en la salud mental de la víctima. Sus consecuencias son tan devastadoras, que en muchas ocasiones, ya no se pueden borrar. Si se logra salvar la integridad de la persona, luego se debe trabajar en las secuelas que quedan en su salud mental. Sanar puede ser largo, pero liberador.