Virgen de Caacupé

Un peregrino de 59 años regresó a Caacupé luego de 4 años de no asistir, desde la pandemia del Covid, en el 2020. Resaltó la infraestructura inclusiva de la Basílica y regresó contento a su ciudad de residencia en compañía de su familia. En esta ocasión, se observó a una gran cantidad de personas que fueron hasta la Villa Serrana desde departamentos como Alto Paraná o Caaguazú.

El romance, tan necesario-y tan escaso-en estos tiempos, suele tener pequeñas apariciones, que como estrellas fugaces nos recuerdan que el amor a la antigua todavía existe, aunque sea en pequeñas dosis.

Después de la festividad mariana, en la ciudad de Caacupé, se pudo ver una gran cantidad de basura que dejaron los peregrinos en los diferentes puntos de la localidad. La dirección de “Basura Cero” informó que este año sacaron miles de kilos de desechos, cantidad superior a años anteriores. Continúa el operativo de limpieza que se extenderá hasta el octavario de la Virgen que será el 15 de diciembre.

Paraguayos residentes en Irlanda que suelen organizarse en comunidad para compartir tiempo juntos esta vez se unieron para celebrar el Día de la Virgen de Caacupé. Participaron de una misa en la Iglesia de Saint Saviours y compartieron un ágape en honor a la Santa Madre.

La serenata de la Virgen de los milagros de Caacupé que incluyó un festival artístico y show de fuegos artificiales tuvieron un carácter casi apoteósico. Antes que opacar, la lluvia puso un condimento de bonanza. A la multitud no le importaba mojarse para honrar a la Madre de todos los paraguayos. La imagen gigante se convirtió en una nueva atracción.