27 de abril de 2025
SAN ANTONIO. Varias familias del barrio San Roque de esta ciudad pasan momentos de terror con cada lluvia grande, debido a los torrentosos raudales que ya formaron una gran zanja que divide a la comunidad. Los afectados claman por ayuda de las autoridades, antes que la erosión derrumbe alguna casa. En la Municipalidad dicen que trabajan para solucionar, pero no tienen un proyecto viable a corto plazo.
Doña Marcelina Ramos tiene 67 años y vivió toda su vida en una humilde casa, en una zanja al costado del arroyo Paraguarí. La mujer cuenta que deben soportar raudales y basuras, y clama al Gobierno una solución o un lugar digno para vivir.
Un zanjón sin baranda de protección ni señalización que está a un costado de la calle Bernardino Caballero de la ciudad de Ñemby constituye otra “trampa mortal” para peatones y vehículos cuando caen intensas precipitaciones. En esta ciudad se produjo la muerte de dos personas durante el último temporal el domingo anterior.