Esta cantidad se presupuestará en las cuentas del ejercicio fiscal 2025 (que comenzará en abril de ese año y concluirá en marzo de 2026) y se sumará a la anterior ronda de financiación aprobada por el Ejecutivo, de 920.000 millones de yenes (5.625 millones de euros), según adelantaron los medios nipones.
El Ejecutivo incluirá esta nueva partida en un paquete financiero cuya aprobación está prevista en los próximos días, y planea también ofrecer garantías de crédito para el consorcio de semiconductores, con el objetivo de atraer más inversiones del sector privado en el proyecto.
El conglomerado nipón fue constituido en 2022 con inversiones de ocho importantes empresas japonesas (Toyota, Sony, Softbank, Kioxia, Denso, NEC, NTT y el grupo financiero Mitsubishi UFJ), y cuenta también con alianzas con firmas extranjeras, entre las que destaca el gigante estadounidense IBM, que aportará asesoramiento técnico.
Rapidus está construyendo actualmente una planta en Hokkaido, la isla más al norte del archipiélago japonés, y estima una inversión total necesaria de unos 30.700 millones de euros para el proyecto.
La firma se ha marcado el objetivo de comenzar a manufacturar en 2027 chips de 2 nanómetros, una tecnología de próxima generación que se espera que se utilice para comunicaciones 5G, computación cuántica o vehículos autónomos.