De estilo retro y tamaño de bolsillo: la cámara Leica cumple cien años

La famosa, rápida y compacta cámara fotográfica Leica cumple 100 años y, a pesar de que cada vez hay menos personas que optan por tener una cámara, esta marca sigue innovando y diferenciándose.

Un empleado ensambla una cámara Leica en la fábrica de Leica en Wetzlar, al oeste de Alemania, el 18 de marzo de 2025.
Un empleado ensambla una cámara Leica en la fábrica de Leica en Wetzlar, al oeste de Alemania, el 18 de marzo de 2025.010020+0000 KIRILL KUDRYAVTSEV

A la fotógrafa Franziska Stuenkel le gusta tomar imágenes urbanas espontáneas y para eso necesita una cámara ágil, lista para actuar cuando surge la inspiración: una Leica M11 de fabricación alemana.

“Debo ser muy rápida y discreta”, dice esta artista de Berlín que captura imágenes de gente que pasa caminando al otro lado de una ventana y cuyos contornos emergen a través del cristal.

La cámara compacta Leica es perfecta para ese trabajo, dice a la AFP la artista de 51 años.

Un empleado coloca el logotipo en una cámara Leica M6 en la fábrica de Leica en Wetzlar, al oeste de Alemania, el 18 de marzo de 2025.
Un empleado coloca el logotipo en una cámara Leica M6 en la fábrica de Leica en Wetzlar, al oeste de Alemania, el 18 de marzo de 2025.

La marca, famosa por su estilo retro y el tamaño de bolsillo de sus aparatos, conmemora cien años desde que se presentó al público su primera cámara comercial.

La compañía fue fundada en 1869 por el empresario Ernst Leitz en la ciudad de Wetzlar, en el centro de Alemania, y al principio fabricaba lentes ópticos y microscopios.

Pero no fue hasta 1925 cuando la cámara Leica 1 fue presentada en la feria de primavera de Leipzig.

Un empleado ensambla una cámara Leica en la fábrica de Leica en Wetzlar, en el oeste de Alemania.
Un empleado ensambla una cámara Leica en la fábrica de Leica en Wetzlar, en el oeste de Alemania.

Unos años más tarde, las cámaras Leica se convirtieron en el instrumento preferido de fotoperiodistas legendarios como Robert Capa y Henri Cartier-Bresson.

Actualmente la cámara sigue presente en un mercado dominado por gigantes japoneses como Sony, Canon y Nikon.

Una de las 61 cámaras de edición especial Leica MP Gold Edition ‘60 Years PRC’, compuesta por un cuerpo MP bañado en oro de 24 quilates y cubierto con piel de becerro roja, producida con motivo del 60.º aniversario de la República Popular China, es fotografiada en el archivo de Leica en Wetzlar, al oeste de Alemania.
Una de las 61 cámaras de edición especial Leica MP Gold Edition ‘60 Years PRC’, compuesta por un cuerpo MP bañado en oro de 24 quilates y cubierto con piel de becerro roja, producida con motivo del 60.º aniversario de la República Popular China, es fotografiada en el archivo de Leica en Wetzlar, al oeste de Alemania.

Trabajar con una Leica “lo hace a uno mejor fotógrafo”, dice el artista británico Alan Schaller, que usa una versión monocromática de la M11, una cámara digital que lleva controles manuales.

Schaller se ha acostumbrado tanto a ajustar manualmente la apertura, la velocidad de obturación y la sensibilidad a la luz que dice ser capaz de hacerlo más “rápido que cualquier aparato automático”.

El esquema de la primera cámara Leica es fotografiado en el archivo de Leica en Wetzlar, al oeste de Alemania.
El esquema de la primera cámara Leica es fotografiado en el archivo de Leica en Wetzlar, al oeste de Alemania.

Cien años después, las cámaras Leica se siguen ensamblando en un fábrica en Wetzlar, al norte Frankfurt, donde 70 trabajadores con destornilladores de precisión y pinzas antiestáticas fabrican a mano estos aparatos que tienen más de 600 partes.

Es un trabajo minucioso “que requiere mucha experiencia”, dice Peter Schreiner, el jefe de ensamblaje de la cámara. En otro espacio cercano, los lentes se pulen hasta una millonésima de metro antes de pegarlos y laquearlos.

Cambio de rumbo

Tras una década difícil en los años 2000, Leica cambió de rumbo y adoptó las cámaras digitales, que ahora representan la mayor parte de sus ventas. La compañía sigue haciendo algunos aparatos analógicos, como el M6, primo de M11.

La primera cámara Leica de 1925 es fotografiada en el expositor histórico de la fábrica de Leica en Wetzlar, al oeste de Alemania.
La primera cámara Leica de 1925 es fotografiada en el expositor histórico de la fábrica de Leica en Wetzlar, al oeste de Alemania.

Matthias Harsch, jefe ejecutivo de Leica, espera que las ventas alcancen un récord de 600 millones de euros (657 millones de dólares) en 2024/25, con un crecimiento anual cercano al 10%.

Las ventas globales de cámaras digitales crecieron solo 4% el año pasado, según el instituto de investigación de mercados alemán Gfk.

La innovación es el centro de la marca, con un presupuesto en este campo de “más del 10% de las ventas”, según Harsch.

Más allá de las cámaras, Leica se ha diversificado y produce relojes y proyectores láser para ‘home cinema’ (cine en casa) así como cámaras para teléfonos celulares.

Los lentes de Leica están instaladas en teléfonos fabricados por la compañía china Xiaomi así como en el teléfono Leitz, diseñado por Leica junto a Sharp para el mercado japonés.

Empleados ensamblan cámaras Leica en la fábrica de Leica en Wetzlar, al oeste de Alemania.
Empleados ensamblan cámaras Leica en la fábrica de Leica en Wetzlar, al oeste de Alemania.

Pero según Harsch, la nueva tecnología nunca reemplazará el encanto de una cámara Leica.

“Con un teléfono, solo se toman instantáneas, lo demás son fotografías”, dice para subrayar la diferencia de calidad entre ambos sectores que viven sin embargo en “pacífica coexistencia”.

Estados Unidos representa alrededor del 20% del total de ventas de Leica y la empresa está “evaluando el impacto” de los aranceles anunciados por el presidente estadounidense Donald Trump.

Leica tiene más de 120 tiendas en el mundo, incluso en Estados Unidos, y este año espera abrir más puntos de venta.

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