Cómo detectar si un texto o una imagen fue creada por inteligencia artificial (IA)

La creación de contenido generado por inteligencia artificial (IA) ha avanzado significativamente, haciendo que los textos y las imágenes generadas por IA sean difíciles de distinguir de las obras creadas por humanos. Sin embargo, existen algunas técnicas y señas particulares que pueden ayudar a identificar contenido generado por IA.

Inteligencia Artificial (IA), imagen ilustrativa.
Inteligencia Artificial (IA), imagen ilustrativa.Shutterstock

Cómo identificar textos generados por IA

1. Estructura de texto. Los textos generados por IA, especialmente los creados por modelos de lenguaje como GPT, pueden tener ciertas estructuras repetitivas:

  • Uniformidad regional: los textos pueden presentar una consistencia tonal que carece de la variabilidad natural observada en los escritos humanos.
  • Transiciones: a veces, las transiciones entre párrafos son mecánicamente suaves, lo que puede parecer poco natural.

2. Uso del lenguaje. Las herramientas de IA suelen tener un uso sofisticado del vocabulario, pero también pueden mostrar ciertas limitaciones:

  • Redundancia: repiten información varias veces.
  • Errores contextuales: en ocasiones, la IA puede cometer errores en contexto cultural o referencial que un humano no haría.

3. Fecha y datos. Revisá la precisión de los datos y fechas, ya que las IA no siempre tienen acceso a información actualizada.

Identificación de imágenes generadas por IA

Inteligencia Artificial (IA), imagen ilustrativa.
Inteligencia Artificial (IA), imagen ilustrativa.

1. Análisis de imágenes. Los métodos para identificar imágenes generadas por IA han comenzado a desarrollarse con mayor precisión:

  • Detalles anómalos: elementos desconectados o características mal alineadas (por ejemplo, manos con demasiados dedos).
  • Patrones recurrentes: artefactos o repeticiones no naturales.

2. Metadatos de imagen. Información Exif: aunque no siempre es concluyente, los metadatos a veces pueden ayudar a identificar la procedencia de las imágenes.

3. Herramientas de detección. Existen herramientas y software específicos diseñados para identificar imágenes generadas por IA comparando con una extensa base de datos visual.

¿Cuáles son? Una de las más avanzadas es Hive Moderation, un sistema que ya utilizan plataformas de redes sociales y agencias de publicidad para detectar imágenes generadas por modelos como DALL·E, Midjourney o Stable Diffusion. Su base de datos es inmensa, y su modelo ha sido entrenado con millones de ejemplos reales y sintéticos para aprender a reconocer los “errores” que a simple vista pasan desapercibidos.

También destaca Optic, una herramienta que permite a los creadores y medios verificar la autenticidad de las imágenes que circulan por internet. Más allá de comparar visualmente, examina detalles que el ojo humano no puede detectar: artefactos de compresión, irregularidades en los bordes o inconsistencias de iluminación que delatan su origen artificial.

Para quienes buscan una opción rápida y accesible, AI or Not se presenta como una solución directa: solo hay que subir la imagen, y el sistema analiza si ha sido creada por IA. Su entrenamiento específico le permite identificar rastros característicos de las plataformas generativas más populares, como Midjourney o Stable Diffusion.

Aunque centrado principalmente en videos, el Deepware Scanner también puede analizar imágenes y detectar signos de manipulación o generación digital. Está pensado para contextos de seguridad, donde los deepfakes representan un riesgo creciente, especialmente en política o verificación de identidad.

Por otro lado, herramientas como Forensically, aunque no están diseñadas exclusivamente para detectar IA, ofrecen una caja de herramientas forenses digitales que permiten analizar imágenes en busca de ediciones, clonados o irregularidades estructurales. Son muy utilizadas por periodistas y verificadores de datos para desenmascarar fraudes visuales.

A esta tendencia se suman iniciativas globales impulsadas por empresas como OpenAI, Google y Meta, que ya trabajan en sistemas de marcado digital: pequeñas señales invisibles, como marcas de agua ocultas o metadatos verificables, que permitan rastrear el origen de una imagen generada por IA.

Avances tecnológicos en detección

A medida que los modelos de inteligencia artificial se perfeccionan y ganan terreno en la creación de textos e imágenes, también lo hacen las herramientas diseñadas para detectarlos. Lo que antes era una tarea artesanal —basada en la intuición o en pequeñas inconsistencias— hoy se apoya en tecnologías sofisticadas que buscan patrones invisibles para el ojo humano.

Una de las estrategias más utilizadas son las redes neuronales, entrenadas específicamente para distinguir las sutiles diferencias entre una creación humana y una generada por IA. Estos sistemas aprenden a identificar irregularidades estilísticas, errores de lógica o trazos digitales que delatan un origen artificial.

Otra vía clave es la verificación cruzada de fuentes: herramientas que no analizan solo el contenido, sino también su contexto. ¿Quién lo publicó? ¿Dónde apareció antes? ¿Coincide con otras fuentes confiables? Esta triangulación ayuda a confirmar si una pieza informativa o visual es auténtica o fabricada.

Detectar contenido generado por IA no es solo una cuestión técnica: se ha vuelto una prioridad en la lucha contra la desinformación. En un entorno digital donde cualquiera puede generar textos persuasivos o imágenes convincentes en segundos, la capacidad de identificar su origen se vuelve fundamental para proteger la integridad de la información.

Aunque la IA ha revolucionado la forma en que se crea contenido, la contracara es clara: necesitamos también herramientas igual de poderosas para mantener el control sobre lo que es real y lo que no. En ese equilibrio entre creación y verificación se juega buena parte de la confianza en el ecosistema digital contemporáneo.

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