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Desde su redescubrimiento en el siglo XIX, Petra ha fascinado a turistas y arqueólogos por igual debido a su esplendor arquitectónico y su historia intrigante.
Petra fue fundada alrededor del siglo IV antes de la era común por los nabateos, un pueblo árabe nómada. La ciudad floreció como un importante cruce de caminos para las rutas de comercio de incienso y especias que conectaban Oriente con Occidente.
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Durante su época dorada, Petra llegó a ser un centro económicamente próspero gracias a su ubicación estratégica y sus innovaciones en la gestión del agua. Este avance permitió a los nabateos construir una ciudad compleja en medio del desierto, con monumentos impresionantes como el Tesoro (Al-Khazneh) y el Monasterio (Ad-Deir).
Con el declive del comercio de incienso en el siglo III después de la era común, Petra fue gradualmente olvidada. Sin embargo, la ciudad fue redescubierta en 1812 por el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt, devolviendo a Petra al mapa del mundo moderno.
Consejos para visitar Petra
La mejor época para visitar Petra es durante las temporadas de primavera (de marzo a mayo) y otoño (de septiembre a noviembre), cuando el clima es más templado y agradable.
Petra puede ser explorada en uno, dos o tres días, dependiendo de la profundidad y tiempo que desees dedicarle. Las tarifas de entrada varían según la duración de la visita; es aconsejable verificar las tarifas actualizadas con las autoridades locales antes de tu viaje.
Petra está ubicada a unas tres horas en coche desde la capital de Jordania, Ammán. También es accesible desde Wadi Rum y Aqaba, siendo los recorridos en coche una opción popular entre los turistas.
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Es esencial llevar calzado cómodo. Preparate para caminar largas distancias a través de terrenos irregulares.
Hidratación y protección solar son muy importantes, ya que el clima puede ser severamente caluroso.
Por otro lado, considerar la opción de contratar guías turísticos para obtener una comprensión más profunda de la historia y significado de los monumentos.
Aspectos destacados de Petra
El Siq: es un estrecho cañón de 1,2 kilómetros que constituye la entrada principal a Petra. Las altas paredes de roca ofrecen una majestuosa bienvenida a los visitantes, culminando en la impresionante revelación del Tesoro.
Al-Khazneh (El Tesoro): uno de los iconos más reconocibles de Petra, Al-Khazneh es una fachada tallada directamente en la piedra rosada que sirve como una asombrosa introducción a la metopía arquitectónica de la ciudad.
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El Monasterio (Ad-Deir): ubicado a una considerable caminata desde el centro de Petra, el Monasterio es aún más grande que Al-Khazneh y ofrece vistas panorámicas de los alrededores desde su ubicación en lo alto de las montañas.
Al visitar Petra, es esencial respetar las costumbres y prácticas locales. Vestir ropa adecuada, ser cortés con los guías locales y participar en la conservación del sitio son algunas de las maneras en que los turistas pueden mostrar su respeto por esta joya patrimonial.
Petra no solo es un destino turístico ineludible para cualquiera interesado en la historia y la cultura, sino también una experiencia inolvidable para aventureros y buscadores de belleza arquitectónica. Prepararte adecuadamente puede enriquecer tu visita y ofrecerte una mirada profunda a la fascinante historia de esta ciudad esculpida en piedra.
