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Qué ver en Lisboa en tres días
Día 1: explorando lo clásico. Comenzá tu primera mañana en Lisboa con un desayuno en el barrio de Alfama. Este es uno de los distritos más antiguos de la ciudad, conocido por sus calles laberínticas y su atmósfera auténtica. Disfrutá de un café con un pastel de nata, una deliciosa especialidad local, en una cafetería tradicional.
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Después de desayunar, dirigite al Castillo de San Jorge. Este icónico monumento ofrece unas vistas panorámicas impresionantes de la ciudad y el río Tajo. Explorá sus murallas y visitá el pequeño museo que cuenta la rica historia del castillo.

Continuá tu recorrido caminando hacia el barrio de Baixa. Paseá por las calles adoquinadas, admirando la arquitectura pombalina y explorando la Plaza del Rossio. Acá, podés disfrutar de un almuerzo en uno de los restaurantes al aire libre y degustar un bacalao a la brasa, un clásico de la gastronomía portuguesa.
Tras el almuerzo, visitá el Elevador de Santa Justa, un ascensor neogótico que conecta las partes baja y alta de Lisboa. Desde la cima, obtendrás otra perspectiva impresionante de la ciudad.
Terminá tu día con una cena en el animado Barrio Alto. Este lugar se transforma por la noche en el epicentro de la vida nocturna, con una amplia oferta de bares y restaurantes.
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Día 2 en Lisboa: belleza bohemia y modernidad
El segundo día comienza en Belém, un barrio lleno de historia. Visitá el Monasterio de los Jerónimos, una joya arquitectónica declarada Patrimonio de la Humanidad. No te pierdas la Torre de Belém, un símbolo de Lisboa.

No podés salir de Belém sin probar los famosos Pastéis de Belém en la Antigua Confitería de Belém, un verdadero placer para los amantes del dulce.

Por la tarde, explorá LX Factory, una antigua área industrial que ahora alberga boutiques, estudios de artistas y restaurantes de moda. Es el lugar perfecto para disfrutar de una comida casual y tomar algunas fotografías urbanas.
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Cruzá el puente 25 de Abril y visitá el Cristo Rei, una estatua que se asemeja al Cristo Redentor de Río de Janeiro. Las vistas al atardecer desde acá son simplemente espectaculares.
Día 3 en Lisboa: sumergiéndose en la cultura
Comenzá tu último día en Lisboa visitando el Mercado da Ribeira. Ahí podrás disfrutar de un brunch y explorar puestos que venden productos frescos y especialidades locales.

Dedicá la mañana a visitar el Museo Calouste Gulbenkian, hogar de una impresionante colección de arte, desde antigüedades hasta obras modernas.
Relajate un rato en el Parque Eduardo VII, uno de los espacios verdes más grandes de Lisboa. Paseá por sus jardines y disfrutá de la tranquilidad.
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Concluí tu visita a Lisboa regresando al barrio de Alfama para una cena tradicional con actuación de fado. Este género musical, emotivo y nostálgico, es una parte esencial de la cultura portuguesa.
En solo tres días, habrás experimentado lo mejor que Lisboa tiene para ofrecer, desde sus vistas históricas hasta su vibrante vida nocturna y rica cultura. Lisboa es una ciudad que enamora a todos los que la visitan, haciendo que cada esquina y rincón tenga su propio encanto especial. ¡Disfrutá de tu viaje!