Errores al visitar París
1. Creer que podés recorrer el Louvre en una tarde. El Louvre no es solo la Mona Lisa. Es un universo. Pretender recorrerlo completo en pocas horas suele terminar en agotamiento y frustración.

Tip: elegí con antelación qué salas te interesan y considerá una visita guiada para sacar más provecho en menos tiempo.
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2. No aprender ni una palabra de francés. Aunque muchos parisinos hablen inglés, un simple “bonjour” puede cambiarlo todo. No hacer el intento se percibe como descortesía.
Tip: con unas pocas frases básicas (“s’il vous plaît”, “merci”, “excusez-moi”) vas a generar mejores interacciones.
3. No reservar entradas con anticipación. Las colas para subir a la Torre Eiffel o entrar a Versalles pueden durar horas. Y en temporada alta, a veces ni te dejan pasar.

Tip: reservá online todo lo que puedas. Ganás tiempo, evitás imprevistos y asegurás tu lugar.
4. Comer solo donde comen los turistas. Los restaurantes junto a Notre-Dame o el Arco del Triunfo suelen ser caros y poco auténticos.

Tip: andá a donde van los parisinos. Explorá barrios como el Marais o el Canal Saint-Martin y descubrí bistrós con alma (y precios más amables).
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5. Ignorar las normas sociales. Entrar a una tienda sin saludar o hablar demasiado alto en público puede jugarte en contra.

Tip: los modales importan. Saludar, y respetar el espacio ajeno es parte del estilo parisino.
6. No entender el transporte público. París es grande y caminarlo todo no es opción. Pero el metro, aunque eficiente, puede parecer un laberinto.
Tip: descargá un mapa del metro y considerá un pase por varios días. Vas a ahorrar tiempo y dinero.
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7. Llenar la agenda sin dejar lugar al azar. Si solo corrés de museo en museo, te perdés lo mejor: perderse.
Tip: dejá tiempo libre para caminar sin rumbo, sentarte en un café, cruzarte con una librería vieja o descubrir un rincón inesperado. Ahí está la verdadera París.
Con un poco de planificación, algunos modales y espacio para la espontaneidad, tu viaje a París puede pasar de bueno a inolvidable. Porque más allá de los monumentos, esta ciudad se disfruta en los detalles.