El Golden State y los encantos de San Francisco

El icónico Golden Gate (Puerta Dorada) en la Bahía de San Francisco.
El icónico Golden Gate (Puerta Dorada) en la Bahía de San Francisco.

Quién no alberga en su lista de pendientes conocer lugares fantásticos, como algunas de las maravillas del mundo, construcciones históricas, playas, monumentos o ciudades famosas, aquellos que quizá vemos solo en las películas. Al hablar de Estados Unidos todo el mundo sueña con Nueva York, Chicago o Miami, pero no son pocos los que buscan el “Lejano Oeste”, ese lugar donde todos sueñan vivir: California, el Golden State.

Una de las ciudades íconos del estado de California, además de Los Ángeles, es San Francisco, que cuenta con un montón de atracciones, que crecieron con nosotros desde los primeros años de infancia a través de cientos de películas.

Entre sus varios apodos, California es conocido como el Estado Dorado, mote ganado con el tiempo, pues hace más de 170 años brotó “la fiebre del oro”, y si bien la búsqueda abarcó también otros Estados, uno de los más identificados con el metal precioso es este. En particular, San Francisco es una de las manifestaciones patentes de aquel descubrimiento y buena parte de los agraciados buscadores de oro se asentó en esta ciudad.

Las famosas calles empinadas en el centro de la ciudad.
Las famosas calles empinadas en el centro de la ciudad.

Una de las “puertas” históricas e identidad de esta ciudad constituye el puente colgante Golden Gate (Puerta Dorada). Irónicamente, el puente no es dorado, sino que tiene un característico color rojo anaranjado en toda su extensión, y es un portal que une la ciudad misma de San Francisco y el condado de Marin.

La bahía, peculiaridades y encantos

Así como es admirable la rica naturaleza en California, hay motivos para visitar la urbe y una de las ciudades más emblemáticas de este Estado es San Francisco, que se encuentra al norte del mismo.

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Uno de los puntos mas concurridos por todo turista es la bahía de San Francisco, donde está el célebre Golden Gate, la zona de los muelles y prácticamente en medio de la lengua de agua en el continente, la isla de Alcatraz.

"La Roca" o la isla de Alcatraz, encierra tantas historias y misterios, símbolo de la bahía.
"La Roca" o la isla de Alcatraz, encierra tantas historias y misterios, símbolo de la bahía.

Lo llamativo, de esas cosas raras que impresionan, es el peculiar clima en la bahía y que afecta al puente rojo que, aunque soleada esté la ciudad, en la zona misma del puente los nubarrones no permiten ver limpiamente al Golden Gate y al decir de un paraguayo, “si tenés suerte” podés apreciar el majestuoso puente en su totalidad y altura, en un día despejado.

Lloviznas, bajas nubes y viento frío en los miradores muchas veces son el fracaso de los obturadores de las cámaras. No obstante, el clima y temperaturas son similares a las de nuestro país, recorriendo las distintas estaciones del año.

Otra de las grandes atracciones de la bahía de San Francisco es la célebre isla, el peñón peliculesco, más conocida como la Cárcel de Alcatraz o La Roca, donde se llega en travesías de ferris desde el Muelle 33 del puerto de la ciudad.

El Muelle 33, sitio de donde parten los ferris para la isla de Alcatraz.
El Muelle 33, sitio de donde parten los ferris para la isla de Alcatraz.

La cárcel de máxima seguridad fue clausurada y pasó a ser sitio histórico desde 1963.

Para el cierre se consideraron argumentos válidos como “alto costo de mantenimiento”; sin embargo, nadie le sacará la idea a los escépticos que el cierre se debió al recaer la reputación de la prisión federal tras el más célebre escape de tres presidiarios: Frank Morris y los hermanos John y Clarence Anglin, en el 62.

Maravillas en “Las calles de San Francisco”

Parafraseando una célebre serie televisiva de los 70, Las calles de San Francisco(con Karl Malden y Michael Douglas), tiene en sus flancos muchas maravillas y es objeto del check inde nuestra lista de sitios a visitar.

Recorriendo las calles con visibles pendientes, como se aprecia en las películas, se llega a lugares como la parte sinuosa de la calle Lombard, estrecha vía que en 100 metros tiene nada menos que ocho curvas cerradas diseñadas para salvar el desnivel en la colina, donde cientos de vehículos a diario se meten a la divertida vía pública en medio de risas y tirando flashes.

La calle Lombard (Lombard Street).
La calle Lombard (Lombard Street).

El estilo victoriano abunda, con casas construidas entre 1850 y 1900, que cuentan en esta hermosa arquitectura con casi 50.000 edificaciones de colores vivos, detalles artesanales, torres, techos en punta y balcones, cuando la madera era el principal elemento de construcción, antes de las moles de hormigón armado, que también pueden apreciarse en la zona céntrica de la ciudad con emblemáticos edificios.

Abundan las casas con vistosos colores por doquier, en San Francisco.
Abundan las casas con vistosos colores por doquier, en San Francisco.

Una de las representaciones más expresivas son las casitas de colores también de película, conocidas como Damas Pintadas (Painted Ladies) frente al parque Álamo Square, que –si bien no están a la venta– tienen precios inalcanzables para los comunes, valuadas entre 2 y 4 millones de dólares.

Las casas pintadas, estilo victoriano.
Las casas pintadas, estilo victoriano.

Y para quienes son amantes de la cultura y los deportes, hay sitios como el Palacio de Bellas Artes, rodeado de una increíble naturaleza y espacios cautivadores para el fotón y directo a las redes.

El Palacio de Bellas Artes de San Francisco.
El Palacio de Bellas Artes de San Francisco.

A unos kilómetros de San Francisco, al sur, está la afamada Universidad de Stanford, en Palo Alto.

Stanford, la universidad en Palo Alto.
Stanford, la universidad en Palo Alto.

Y los deportes no se quedan atrás y tienen para sus amantes grandes atracciones como los coliseos del Chase Center, la casa de los múltiples campeones de la NBA, los Golden State Warriors, con Stephen Curry a la cabeza, o para los seguidores de la NFL, el estadio de los San Francisco 49ers el teamde fútbol americano en Santa Clara (zona metropolitana de San Francisco), así como el Oracle Park, el antiguo templo de los San Francisco Giants del béisbol.

La tecnología de punta

No hablamos en vano si mencionamos a los Estados Unidos como un país que se encuentra a la vanguardia en tecnología.

Hablando de películas, los más “experimentados de la vida” podrán recordar aquel filme de los 80 El Auto Fantástico,con David Hasselhoff. Este vehículo de “ciencia ficción” es plena realidad en las calles de San Francisco. Patentado por una conocida marca de autos, el Waymo, es un robotaxi que sorprende al mirar el asiento del conductor y no encontrar a nadie, dirigiéndose velozmente para responder a los llamados de los curiosos pasajeros.

Abundan –además– los autos eléctricos, como el sorprendente Cybertruck y otros modelos, cuyos conductores pueden activar sencillamente el GPS y el vehículo se conduce a “manos libres”. También está “Optimus”, un robot humanoide que se maneja como los autos, con inteligencia artificial, realizando diversas tareas y se encuentran en puestos de venta como en Santana Row, en San José.

Y hablando de esta ciudad, que se encuentra al sur de la bahía de San Francisco, cuenta con barrios que son pedacitos de cielo y al puro estilo americano; edificaciones de madera y sus tradicionales espacios interiores de cocinas, islas, balcones para las barbacoas y garage-depósitos.

Un paseo por la naturaleza

Apenas saliendo de la urbe se respira naturaleza pura, algo que atrae a los ecologistas. Trasladarse por las cargadas supercarreteras y mirar los paisajes son un placer. Al observar la cordillera costera de California y los campos uno puede imaginarse aquellas sacrificadas historias de migrantes que empezaron la labor de construir una gran nación.

No se ve mucha precipitación pluvial en las zonas aledañas a la gran ciudad, inclusive en las colinas se aprecian pastizales secos y los incendios en época de calor se encienden con una minúscula chispa.

Sin embargo, también domina el paisaje una diversidad de árboles, donde la raza más excelsa es representada por los árboles gigantescos, secuoyas y parientes, o sencillamente pinos para el ojo de un sudamericano, que pululan, y solo basta acercarse a uno de ellos para tocar el cielo al mirarlos tan altos, tan añejos, tan hermosos.

Otra de las grandes atracciones naturales de California es Lake Tahoe y su hermosa villa, con casas de troncos de madera fantásticas en las colinas y la zona urbana, y el lago maravilloso rodeado de la Sierra Nevada, que constituye el límite con el Estado de Nevada.

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La naturaleza en gran parte de los territorios californianos se traslada hasta las casas de los “barrios”. Las ardillas y otros animales son tan fáciles de ver, así como pájaros carpinteros martillando los milenarios árboles. Y en algunos sitios un poco más boscosos se aprecian a veces tímidos venados y, si hay suerte, hasta algún oso en zonas de parques protegidos. El respeto por los parques y la propia naturaleza para un paraguayo despiertan una “sana envidia”.

Un hermoso faro domina las alturas en Santa Cruz, una de las concurridas costas veraniegas californianas, cercana a San Francisco.
Un hermoso faro domina las alturas en Santa Cruz, una de las concurridas costas veraniegas californianas, cercana a San Francisco.

Gastronomía: no intentar “traducir” precios

La gastronomía no es tan distinta a la nuestra, si bien un plato tradicional es más equilibrado con proteínas, carbohidratos y verduras.

Así como los entendidos del bilingüismo señalan que para aprender el inglés es importante no traducir palabra por palabra sus significados en nuestra lengua hispana, también es mejor no “traducir” los precios. Ello puede representar un akãrasy(dolor de cabeza) al compararlos, pues una latita de gaseosa cuesta US$ 6, unos G. 45.000 guaraníes. Otro ejemplo es el “espeto corrido”, que tiene un costo mínimo que rebasa los US$ 70, unos G. 500.000, y ni qué decir la propina, que es el 20% del consumo.

La principal comida del día incluye algún producto cárnico, verduras, legumbres y papas, casi sin panificados.

Y otra cosa rara para nosotros es que prácticamente no se almuerza nada “pesado”, solo sándwiches, y es así que la cena pasa a ser la principal comida de la jornada, y en estrictos horarios que no van más allá de las 19:00, para luego “digerir” e ir a la cama a cumplir con las recomendaciones en cuanto a las horas de sueño saludable. Por supuesto, estamos reseñando hábitos de una familia ordenada, disciplinada.