Y qué decir de los 27 tiovivos y montañas rusas en el centro del edificio, que hacen de este centro comercial el parque de atracciones techado más grande de Estados Unidos. El gigantesco Mall of America (MOA), el tercer mayor centro comercial de Norteamérica, celebra este año su 25 aniversario.
El MOA está situado a las afueras de la ciudad de Minneapolis, en el estado de Minnesota, en el Medio Oeste de Estados Unidos. Las cifras hablan por sí solas: para recorrer una sola planta del centro comercial, hay que caminar 1,8 kilómetros.
El MOA tiene 520 tiendas y más de 50 restaurantes. Está comunicado con dos hoteles de lujo cuyos huéspedes pueden pedir que sus compras se entreguen directamente a sus habitaciones. Alrededor del centro comercial hay 12.750 plazas de aparcamiento. Más de 40 millones de personas visitan el MOA cada año, entre ellas parejas que quieren darse el “sí, quiero”. En los últimos 25 años, unas 8.700 se casaron en el Mall of America.
El MOA ofrece tantas cosas, atracciones y eventos para que siga siendo un destino para la gente, explica el portavoz Dan Jasper. "Algunas personas viajan en coche cientos de kilómetros solo para comprar lego aquí".
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A muchos estadounidenses no les importa recorrer largas distancias en coche. Sin embargo, también es cierto que la competencia entre los centros comerciales es dura y el sector minorista estadounidense está en crisis.
Según el periódico “USA Today”, hay actualmente 1.200 megacentros comerciales en Estados Unidos. Mark Cohen, un investigador de la industria minorista de la Universidad de Columbia, cree que solo unos 240 de ellos van a sobrevivir. Una de las causan tiene que ver con los inviernos más suaves. Además, a los jóvenes consumidores les interesa cada vez más hacer compras fuera de los grandes almacenes y franquicias.
Sin embargo, el MOA ha sido capaz de capear la tormenta en el sector, por lo que nada impide la celebración de su 25 aniversario. Entre sus ardides publicitarios, el MOA ha batido ya dos récords mundiales: el mayor número de magdalenas bañadas con fondant en una hora y la mayor concentración en la historia de personas tocadas con gorros de fiesta.