Las fronteras necesarias
Cuando bajamos todos los conceptos ya desarrollados sobre la función educativa de los padres a la tierra de la vivencia y la práctica cotidiana, hay que hablar de límites. «Para que los miembros de una comunidad puedan llevarse bien entre sí, siempre es necesaria una clara determinación de los límites».
Vamos a equivocarnos
Son nuestros hijos, con su existencia real, quienes nos enseñan a ser padres. Con ellos y ante ellos actuamos como tales. También en este caso se aprende a través del ensayo y error. La tarea no es sencilla y, sobre todo en los padres primerizos, el temor es un compañero de ruta siempre presente.