La Facultad Veterinaria UNA sigue sin la acreditación internacional, tras rebotar, por segunda vez consecutiva, en la evaluación. La Asociación Rural del Paraguay (ARP) está inquieta por la credibilidad de los egresados ya que son los que atienden a las 13.800.000 cabezas de ganado del sector que inyecta en divisa genuina al año US$ 1400 millones al país.
Ayer concluyó la primera expedición para medir el árbol más grande del Paraguay y así premiar al “Coloso de la Tierra” organizado por “A Todo Pulmón, Paraguay respira”. Cerca de 60 periodistas y técnicos forestales, fuertemente custodiados por la FTC, llegaron hasta Concepción.
Los taxistas manejan una mafia que se adueña de más de 1.000 espacios de estacionamientos debido a un vacío legal. No pagan impuestos a la Municipalidad de Asunción. Los intendentables utilizan los vehículos para transportar adherentes a cambio de permitir sus arbitrariedades como ocupar la franja peatonal y obstruir la rampa para discapacitados en el microcentro.
Sentarse en alguna cafetería o comprar una barra de chocolate en Europa u otro continente y luego observar que en los envoltorios se destaca que el azúcar orgánico utilizado es “made in Paraguay”, por ser el de mejor calidad y líder a nivel mundial, sin dudas ¡emociona!
Experimentados veterinarios confesaron estar decepcionados de la mediocre preparación que reciben los actuales profesionales que están egresando de la UNA. Afirman que es preocupante esta situación porque en manos de estos es que recae atender al sector pecuario, en un país donde la industria ganadera inyecta US$ 1.300 millones en divisas.
De “¡preocupante y vergonzoso!” calificó la Asociación Rural del Paraguay (ARP) el declive académico en el que se encuentra la Facultad Veterinaria UNA, tras perder su acreditación internacional debido al brote de brucelosis.
En un país donde la industria ganadera inyectó este año US$ 1.300 millones en divisas, a la Facultad de Veterinaria de la UNA, de donde egresa la mayoría de los profesionales que atienden al sector, se le rechazó la acreditación internacional, por primera vez, a causa del brote de brucelosis, enfermedad que ha afectado a alumnos y docentes.
El ministro de la Corte Suprema de Justicia y decano de la Facultad de Derecho de la UNA, Raúl Torres Kirmser, percibe doble remuneración estatal. El mismo es un planillero, con asistencia cero, en las sesiones de la Asamblea Universitaria y del Consejo Superior.