El ejército perdido de Cambises: el misterio del batallón persa tragado por el desierto

Hace más de 2.500 años, un ejército persa de 50.000 hombres desapareció sin dejar rastro en el desierto del Sahara. Este episodio, relatado por Heródoto, ha intrigado durante siglos a historiadores, arqueólogos y aventureros. ¿Fue una tormenta de arena, un error de navegación o un ataque enemigo lo que borró a toda una fuerza militar de la historia?

Desierto del Sahara.
Desierto del Sahara.Shutterstock

Un imperio en expansión

Corría el siglo VI antes de la era común, y Cambises II, hijo de Ciro el Grande, lideraba el poderoso Imperio Persa.

Tras conquistar Egipto en el 525 antes de la era común, Cambises dirigió su atención al oasis de Siwa, sede del oráculo de Amón.

Determinado a subyugar esta autoridad religiosa y política, envió una columna militar a través del desierto.

Según Heródoto, el ejército marchó durante varios días hasta que una gigantesca tormenta de arena los envolvió y sepultó. Nunca llegaron a su destino. El desierto los tragó, y con ellos, toda evidencia tangible del suceso.

Hipótesis y búsquedas modernas

1. Tormenta de arena: la explicación más aceptada es la muerte masiva por asfixia y sepultura bajo una tormenta de arena —un fenómeno común, pero letal, en el Sahara.

2. Desorientación y colapso: otra teoría sugiere que el ejército pudo haberse perdido, agotando agua y provisiones hasta sucumbir.

3. Emboscada olvidada: algunos plantean que fueron atacados por tribus hostiles o fuerzas egipcias, aunque no existen pruebas arqueológicas que lo sostengan.

Numerosas expediciones han buscado rastros —restos humanos, armas, herramientas— sin éxito concluyente. Las arenas móviles del Sahara siguen ocultando el destino final del ejército.

Un misterio arqueológico vigente

Como sucede con otras desapariciones históricas, la falta de pruebas alimenta tanto el mito como la investigación. El caso Cambises ha inspirado desde relatos históricos hasta expediciones modernas con tecnología de punta, drones e imágenes satelitales.

Mientras no aparezcan evidencias físicas, la historia del ejército persa perdido seguirá siendo una cicatriz en la arqueología del mundo antiguo: un recordatorio de que incluso las civilizaciones más poderosas pueden desvanecerse sin dejar huella cuando se enfrentan a la fuerza implacable de la naturaleza.

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