El secretario general de Sitrande, Adolfo Villalba, afirmó que el Gobierno nacional está utilizando a la ANDE como herramienta para cerrar acuerdos energéticos, sin considerar el impacto económico que esto tiene en la institución.
“El ejemplo más claro es el acuerdo operativo en Yacyretá, donde la ANDE ahora pagará US$ 28 el megawatt/hora, cuando que antes pagaba US$ 22,60. Son 17 millones de dólares más por año que la ANDE debe absorber”, advirtió.
Otro punto crítico es la cesión de 500 megawatts a Argentina durante el invierno, sin compensación económica. “En Itaipú, Brasil al menos paga US$ 10 por megawatt. Acá no hay nada a cambio, solo que Aña Cuá siga funcionando y termine su obra”, lamentó el dirigente, destacando que la ANDE da sin recibir y pone en riesgo su “su sostenibilidad operativa”.
La precariedad llega a extremos alarmantes. “Nuestros compañeros tienen que revolver la chatarra para encontrar fusibles. Si no se repone el fusible correcto, el usuario queda sin luz. La gente les insulta, les dice inútiles, pero no saben lo que hay detrás”, relató Villalba.
Según explicó, materiales como transformadores y alambres de cobre se reciclan para atender urgencias, porque las compras están paralizadas por trabas burocráticas.
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Sindicalista de ANDE critica sistema de compras públicas
El dirigente de Sitrande también apuntó contra el sistema de compras públicas que obliga a adquirir los materiales más baratos, incluso cuando estos son de mala calidad. “Los focos del alumbrado público, por ejemplo, se queman al día siguiente. Así no se puede mantener un servicio confiable”, dijo.

El sindicalista cuestionó duramente que a casi la mitad del mandato del presidente Santiago Peña, la ANDE no haya recibido ni un guaraní de los fondos sociales de Itaipú, pese a que se había anunciado una asignación específica para la energética estatal.
“Se consiguió ese dinero a costa de la ANDE, alzando tarifas, contratando más energía, pero no se ve el retorno. Está bien financiar otros proyectos, pero ¿y la ANDE?”, insistió.
Uno de los aspectos más sensibles es el financiamiento externo. Según Villalba, la ANDE está tomando préstamos para sostener inversiones urgentes, pero cada vez bajo condiciones más lesivas. “El BID presta dinero, pero te impone que contrates consultorías que ellos deciden. Es como una extorsión. Se llevan millones por sentarse ahí sin hacer nada”, criticó.
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Villalba advirtió que el nuevo modelo FIDI que impulsa el BID ya está por aplicarse a proyectos estratégicos como la estación de Pozo Colorado y las líneas hacia Bahía Negra.