La inmoralidad no respeta ni la educación

Otro nuevo escándalo que salpica a la polémica concejala de Lambaré Carolina González, precandidata a intendenta de esa ciudad y esposa del exdiputado Orlando Arévalo (ANR, cartista), esta vez tiene que ver con la filtración de unos chats comprometedores en los que supuestamente dio a conocer las respuestas de un examen de ingreso a Institutos de Formación Docente. Pese al largo historial que la vincula con aparentes hechos de corrupción, la misma preside la Asociación de Institutos de Formación Docente del Paraguay, lo que al parecer le habría permitido obtener los temas de examen para la prueba que quedó frustrada luego de salir a la luz los mencionados chats que evidencian una posible filtración. Pero ajena a estos hechos, Carolina González lanzó su precandidatura a la intendencia de Lambaré. Para pretender este cargo, primero debería levantar las varias sospechas que pesan sobre ella.

Otro nuevo escándalo que salpica a la polémica concejala de Lambaré Carolina González, candidata a intendenta de esa ciudad y esposa del exdiputado Orlando Arévalo (ANR, cartista), esta vez tiene que ver con la filtración de unos chats comprometedores en los que supuestamente dio a conocer las respuestas de un examen de ingreso a Institutos de Formación Docente.

La mujer, pese al largo historial que la vincula con aparentes hechos de corrupción, funge de presidenta de la Asociación de Institutos de Formación Docente del Paraguay, lo que al parecer le habría dado ventajas para obtener los temas de examen para la prueba de admisión, lo que motivó la fijación de una nueva fecha para el examen de ingreso de más de 2.000 postulantes.

Al parecer, la pareja Arévalo-González no ha comprendido el impacto del presunto tráfico de influencias a través de los mensajes de texto, puesto que uno de los mayores escándalos de corrupción política tuvo lugar luego de la filtración de los chats del celular del extinto diputado Eulalio “Lalo” Gomes, en los cuales se hicieron públicas las conversaciones mantenidas por el mismo con el exdiputado Arévalo, quien se desempeñaba como presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, y desde allí, se presume que ejercía influencia sobre jueces y fiscales para obtener beneficios a costa de la justicia, la imparcialidad y la independencia de los magistrados, aparentemente beneficiando incluso a personas vinculadas al crimen organizado.

Como si todo fuera poco, entre los antecedentes de Arévalo se encuentran los relacionados al supuesto título falso de abogado, expedido por la Universidad Leonardo Da Vinci, ya que el exrector y pastor Nery Ríos declaró no conocer al político, como tampoco la sede donde supuestamente cursó sus estudios y donde le fuera otorgado el título que le permitió ser presidente del órgano juzgador de jueces, fiscales y defensores públicos.

Pero como la vergüenza pareciera no formar parte del diccionario de esta pintoresca pareja, Carolina González lanzó, semanas atrás, su candidatura a la intendencia de Lambaré, sin importarle en lo más mínimo la existencia de una investigación penal abierta por lavado de dinero y asociación criminal contra ella y su esposo. Se debe recordar que una de las cuestiones que más escozor causó en la ciudadanía es la llamativa fortuna que ostenta la hoy candidata a la intendencia lambareña, quien se jactaba de lucir prendas de casi 30 millones de guaraníes cuando su salario es de 22 millones, y quien había sido denunciada además por la supuesta utilización irregular de tarjetas de combustible de la Municipalidad de Lambaré, a costa de los contribuyentes de la comuna que ahora quiere comandar. Para pretender este cargo, primero debería levantar las varias sospechas que pesan sobre ella.

Se destaca, además, la opulenta mansión de más de 2.000 millones de guaraníes que posee la pareja, que cuenta hasta con “inodoro inteligente”, a la cual la concejala podrá llegar tras sortear los innumerables baches que “adornan” las calles de su ciudad, ya que, así como se ven las cosas, la misma solo ha demostrado interés por embellecer su lujosa mansión, de puertas para adentro.

Pero al parecer, ya no le basta solo con empobrecer una ciudad y pretender ser intendenta de la misma, o hacer gala públicamente de una multimillonaria mansión cuando su salario de funcionaria pública difícilmente logre costearla, sino que además, según los reveladores chats filtrados recientemente, busca torcer la enseñanza paraguaya, pretendiendo el ingreso de personas para la formación docente por la puerta de la corrupción, copiando exámenes y obteniendo las respuestas en vez de dedicar tiempo a la lectura y el aprendizaje, como se espera de quienes honran la docencia y la educación en un país con alta tasa de analfabetismo.

Si existe algo peor que la corrupción estatal, es la corrupción en la educación, pues esto implica comprometer el futuro de miles de niños y niñas. Ya dieron muestras de ello con aparentes fatos en las adjudicaciones para la provisión de pupitres, de almuerzos escolares y de retrasos en la provisión de útiles, obligando a niños inocentes a rendir “pleitesía” al “Señor presidente” por proveerles un mueble de dudoso precio donde apoyar sus útiles. Pero como no bastó con semejante humillación, ahora pretenden ir contra la enseñanza, repartiendo temas de exámenes a aquellos que aspiran a pararse delante de nuestros niños y enseñar sobre ética y moral.

Al parecer, para Carolina González, Orlando Arévalo, algunos políticos paraguayos y aspirantes a ingresar al Instituto de Formación Docente el fin justifica los medios, aunque ello implique matar la educación paraguaya, el futuro de los niños y niñas y probablemente el futuro de la nación. Un país sin educación es un país condenado a la pobreza y el fracaso, es por ello que el Ministerio de Educación debe ser implacable en las decisiones que tome de aquí en adelante, y la justicia paraguaya debe dar un mensaje de tolerancia cero a la corrupción, más aún cuando esta afecta al sistema educativo, el cual debería ser sagrado.

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