Cargando...
Desde sus primeros años hasta su consolidación en el mundo laboral, su historia refleja no solo el valor del esfuerzo individual, sino también el esfuerzo de superación y constante evolución.
En esta entrevista resume cómo sus sueños infantiles terminaron siendo logros profesionales. Una historia de perseverancia y crecimiento.
“Crecemos mirando los cuentos y soñamos con ser como algunos de nuestros personajes favoritos”, dice al recordar sus primeros años. Esos sueños infantiles, aunque idealizados, tenían un hilo común: el deseo de la realización profesional y personal.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la realidad impone sus propias reglas. “Elegir bien la carrera profesional fue clave”, enfatiza. Para ella, la combinación de trabajo y estudio marcó su camino, que al mirar atrás la llena de satisfacción: “Siento que tengo mucho más de lo que imaginé, y creo que todavía hay muchos sueños por cumplir”.La construcción de una carrera –afirma– no es un proceso que se pueda consolidar en solitario.
Nuestra entrevistada destaca el papel fundamental de su entorno: “Todas las personas que estuvieron y están a mi alrededor ayudaron a mi construcción profesional”, y eso incluye desde sus padres hasta sus hijas y marido, pasando por colegas y mentores, que según explica cada uno aportó algo invaluable.
Además, las experiencias laborales y las oportunidades de aprendizaje fueron pilares esenciales. “Las ganas de seguir creciendo constantemente fueron mi mayor motor”, asegura Mayeregger.
Crecer en el ámbito laboral y lograr el reconocimiento puede tomar su tiempo. Pero llega. Entre sus mayores logros destaca el haber trabajado con numerosas empresas y ser valorada como profesional.
“El ser humano nunca deja de crecer y sumar más logros de lo que se imagina”, reflexiona, mientras comenta que la experiencia laboral fue una oportunidad para demostrar su potencial y, al mismo tiempo, para enriquecerse personal y profesionalmente.
Formación académica, clave
Parte del éxito profesional también viene acompañado de una formación académica sólida. Con un currículum académico destacado, tanto en el colegio como en la universidad, Mestaly no duda en afirmar que “la educación te abre las puertas en todo el mundo”. Pero esto también representa un compromiso y disciplina en los estudios que adoptó ya desde niña y fue clave para alcanzar sus objetivos.
Como madre, busca también transmitir a sus hijas el valor del conocimiento: “El estudio es el mayor tesoro que tenemos”, y subraya que mantenerse en constante aprendizaje le permite aplicar lo aprendido en el ámbito laboral y mantenerse actualizada.
En un mundo que aún lucha por la equidad, su voz es un recordatorio de que el crecimiento personal y profesional es una tarea colectiva, donde cada paso cuenta y en ocasión de las conmemoraciones por el Día Internacional de la Mujer, Mestaly reflexiona sobre los desafíos para alcanzar la equidad y dice que “promover el entorno educativo es fundamental para alcanzar la equidad laboral”.
Sentirse valorado
Al ser consultada si, como mujer, tuvo que hacer un mayor esfuerzo para alcanzar sus logros, responde con franqueza: “El esfuerzo lo hacemos todos, tanto mujeres como hombres.
Cada ser humano debe encontrar su lugar, donde se sienta valorado y admirado. Ahí es cuando uno puede desarrollarse plenamente”.Aunque reconoce que las mujeres de su generación tuvieron que tomar mayor protagonismo en diversos rubros con mayor esfuerzo, también celebra que hoy existan más espacios para mentes femeninas destacadas.
“El desafío es con uno mismo”, afirma, destacando que las dificultades son parte de la vida y que superarlas requiere esfuerzo y resiliencia.
“Las experiencias malas sacan lo mejor de nosotros”, asegura, para luego dejar un mensaje claro para las próximas generaciones: “Espero que todas encuentren su vocación, que estudien y se esfuercen para alcanzar sus metas” y cultiven sus mentes con buenas lecturas, así como rodearse de personas que las ayuden a crecer y a valorarse. “Ese fue mi camino para cumplir mis sueños”, concluye.