La deuda de Itaipú con el pueblo Ava Guarani

Itaipú, lado brasileño, publicó el miércoles último una extensa nota que forma parte del acuerdo firmado ante el Tribunal Supremo Federal, en que tanto el Estado brasileño como la binacional piden disculpas oficiales al pueblo Ava Guarani por los daños y violaciones de derechos humanos ocurridos durante la construcción del complejo hidroeléctrico en las décadas de 1970 y 1980.

Además de la disculpa formal, el acuerdo de conciliación autorizó la compra urgente de 3.000 hectáreas de terreno para que sean destinadas a comunidades indígenas ava guarani de la región occidental de Paraná. Las áreas serán seleccionadas y adquiridas por la Funai/Incra y la Corte de Justicia, con recursos de hasta R$ 240 millones que aportará la entidad binacional.

Sin embargo, este pueblo sigue reclamando a Itaipú, lado paraguayo, el mismo trato de este lado del río Paraná. Para recordar sus reivindicaciones, transcribimos parte de las exigencias de los Ava Guaraní Paranaense, publicadas en el libro “Deuda histórica de Itaipú Binacional lado paraguayo, con el pueblo Ava Guarani Paranaense: Exigencias de reparación por destierro y etnocidio. Asociación Yvy Parana Rembe’ýpe”, publicado en noviembre de 2021, cuyo autor es la Asociación Yvy Parana Rembe’ýpe.

VI. ESTAS SON LAS EXIGENCIAS

Las familias ava guarani paranaenses, asentadas actualmente en las comunidades Sauce, Kirito, Acaraymí, Yukyry, Arroyo Guasu, Marangatu-Ára Pyahu, Itabo y Tekoha Poty Vera, articuladas en nuestra Asociación Yvy Parana Rembe’ýpe, nos hemos reunido entre los meses de abril y agosto de 2021 para analizar, debatir y consensuar nuestras exigencias ante la deuda histórica de Itaipú Binacional con nuestro pueblo, considerando que:

1. Itaipú expulsó a nuestras 36 comunidades Ava Guarani de la costa del río Paraná, a fin de constituir el embalse; una de ellas es Tekoha Sauce (Minga Porã), cuyo territorio no fue inundado totalmente. Hoy, parte del mismo es la Reserva Biológica de Limoy y también son los sojales de propiedad privada. Sin embargo, Itaipú Binacional ha presentado una acción judicial para desalojar, nuevamente, a las familias de Tekoha Sauce de sus tierras ancestrales que no fueron inundadas y que reocupan desde el año 2016.

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2. Nuestras comunidades fueron trasladadas forzosamente y de manera compulsiva a tierras muy distintas a las de la costa de un río, violando en aquel entonces el Convenio Nº 107 de la OIT/1957, ratificado por Ley Nacional del año 1968, que expresamente establecía la prohibición del traslado de comunidades indígenas de sus territorios tradicionales sin el libre consentimiento de los mismos y que en casos en los que sea excepcionalmente necesario el trasladado, las tierras alternativas deberían ser al menos iguales en calidad y cantidad de donde estaban. Esto no sucedió.

3. Itaipú nos reubicó arbitrariamente en comunidades que ya existían y lejos de nuestro territorio tradicional. Es el caso de las comunidades Acaraymí (Hernandarias) y Arroyo Guasu (Minga Porã), que sufrieron el sobrepoblamiento, con liderazgos y grupos culturalmente diferentes. Sumando a estas 2 comunidades, somos 38 comunidades afectadas en total; 36 desplazadas y 2 que fueron recargadas arbitrariamente con los desterrados.

4. Nuestro pueblo Ava Guarani Paranaense se dispersó y desintegró dentro de otras comunidades con culturas diferentes. Perdimos nuestra propia cultura del agua, lo cual afectó significativamente todas nuestras formas esenciales de vida, desde la alimentación hasta la movilidad por el río Paraná. Muchas familias después de la expulsión de la costa y reubicación migraron varias veces más hasta encontrar un lugar donde asentarse. Es decir, la migración forzosa, tras quedarnos sin nuestras tierras, perduró en los años subsiguientes, hasta hoy. Algunas familias fueron ubicadas en tierras muy diferentes a las que tenían, sin agua. Otras familias migraron al Brasil y a la Argentina, otras a centros urbanos como Ciudad del Este, incluso una comunidad está asentada en la ciudad de Luque (departamento Central). Otras familias directamente perdieron nuestra identidad comunitaria como Ava Guarani y se insertaron en comunidades campesinas.

5. Casos como la comunidad Yukyry (distrito de Itakyry) donde la misma Itaipú nos llevó a un terreno de unas 2.000 ha (totalmente fuera de nuestro territorio, tierra sin agua, sin nada) que hasta hoy no cuenta con titulación a nombre de la comunidad, apareciendo constantemente diversos supuestos propietarios, entre ellos el político Jaeggli. La comunidad vive en constante atropello y zozobra.

6. Los informes antropológicos que realizara Itaipú en la década de los 70 fueron incompletos, se planificó el traslado de 7 de las 36 comunidades, y aun así no se cumplió el plan de atención en base al informe. Nos mintieron.

7. Se ha cometido un etnocidio con nuestro pueblo, han matado nuestra cultura del agua al sacarnos de nuestra milenaria ribera, crimen de lesa humanidad que no prescribe.

Por tanto, exigimos:

I. Restitución territorial: Las 38 comunidades Ava Guarani paranaenses del lado paraguayo disponíamos de 165.000 hectáreas a lo largo de la costa del Paraná, desde Saltos del Guairá hasta Hernandarias. Por ello, exigimos la restitución de 60.000 hectáreas, parte de nuestras tierras ancestrales que no fueron inundadas o que quedaron en las nuevas costas, amparados en la Constitución de la República del Paraguay, el Convenio Nº 169 de la OIT y las leyes nacionales vigentes.

II. Restauración ambiental: En todos nuestros territorios restituidos y en nuestras actuales comunidades, con el fin de recuperar nuestros ecosistemas nativos. Sabiendo que nosotros no podemos estar alejados del río y sin bosques, así mismo, de la cultural basada en nuestra propia espiritualidad y la de nuestros abuelos que tiene directamente que ver con nuestros bosques y nuestro sentido de existencia, al lado del río Paraná y sus afluentes, que es nuestra forma de vida y tiene que ver con nuestra cultura. Y, aunque seguimos manteniendo viva nuestra espiritualidad cultural, mucho hemos perdido por la dispersión, expulsión y porque con ello nos separamos de nuestras familias y de nuestros territorios. A tal efecto, Itaipú Binacional deberá prever (a) pagar salarios a miembros de las comunidades y tekoha Ava Guarani Paranaense, que se dedique a restaurar y reconstituir el ecosistema nativo en tal territorio en torno a cauces y (b) adquirir equipos, maquinarias, herramientas e insumos, a fin de llevar a cabo tal tarea de reconstitución del ecosistema nativo.

III. Infraestructura comunitaria: Construcción de caminos, instalación de sistema de agua potable, de energía eléctrica, creación, restauración o mantenimiento de escuelas, puestos de salud y viviendas, centros comunitarios, locales de artesanía, depósitos y almacenes comunitarios, entre otras obras, para las comunidades y tekoha Ava Guarani paranaenses. Esta infraestructura será enteramente pagada por Itaipú Binacional.

IV. Proyectos de promoción de la economía y desarrollo comunitario: En todas las comunidades y tekoha Ava Guarani paranaenses. Que garantice un apoyo para poder sembrar, desde la semilla hasta la capacitación técnica, pero vinculado con nuestro modelo productivo, con nuestras necesidades de consumo y comercialización. En la capacitación que nos brinden, debemos estar de acuerdo, para que no nos implanten un modelo que no nos corresponde. Existen alternativas que no dañan el ambiente y acorde a nuestra cultura, como por ejemplo la piscicultura, que tiene que ver con nuestro alimento ancestral y nos puede servir como renta, igualmente como la apicultura, la horticultura, cría de animales menores y de corral, cultivo de yerba mate, entre otras alternativas sostenibles.

V. Fondo comunitario de revitalización de la cultura del agua: Que apoye actividades de recuperación de nuestro teko para fortalecer y revitalizar nuestros aspectos y prácticas culturales y espirituales, como la realización de nuestras ceremonias tradicionales, tales como el Mitakarai o la ceremonia del Maíz o de todo alimento cosechado, así como los encuentros intercomunitarios de transmisión de conocimientos con el apoyo a los líderes espirituales y su vínculo con las comunidades. .

VI. Movilidad comunitaria e intracomunitaria: 2 camionetas por comunidad, 2 tractores por comunidad. 2 lanchas, 1 bus y 1 ambulancia de uso intercomunitario para la Asociación Yvy Paraná Rembe’ýpe.

VII. Creación de un Instituto de Formación Profesional, con énfasis en la formación agrícola, con enfoque intercultural, para todos los jóvenes de todas las comunidades Ava Guarani Paranaense, similar a las Escuelas Agrícolas Rurales. El instituto estará asentado en una de las comunidades o tekoha a definir, con capacidad de albergar a los estudiantes y espacio para las practicas que se requieran. De esta manera, iremos fortaleciendo nuestras autonomías tan necesarias para el arraigo comunitario y nuestro desarrollo propio.

VIII. Indemnización: Para 5.000 familias, quienes sufrimos el destierro y sus consecuencias, considerando el etnocidio cometido contra nosotros, los desplazamientos forzosos, muertes, dispersión, separación de nuestras familias, tratos humillantes, hambruna, enfermedades no atendidas.

Siendo similar a los casos de las víctimas de la dictadura, y de esa misma manera podemos exigir algo de lo que nos corresponde ante tantas pérdidas.

Lo primero y más grande que perdimos, la vida de nuestros líderes espirituales, nuestros abuelos, quienes murieron de tristeza ante tanta tragedia incomprendida, y nuestra espiritualidad misma también perdimos, además de tantos otros aspectos que vamos a presentar para ser considerados en la indemnización y que nos corresponde como víctimas de todas estas circunstancias que hemos sufrido.

Reubicación arbitraria

Itaipú nos reubicó arbitrariamente en comunidades que ya existían y lejos de nuestro territorio tradicional.

Etnocidio con el pueblo

Se ha cometido un etnocidio con nuestro pueblo, han matado nuestra cultura del agua al sacarnos de nuestra milenaria ribera, crimen de lesa humanidad que no prescribe.