Itaipú: un acuerdo perjudicial

Es el tiempo de pagar tarifas bajas, de construir las obras complementarias que necesita el país.
Es el tiempo de pagar tarifas bajas, de construir las obras complementarias que necesita el país.Gentileza

Hace ya un tiempo que es noticia la cuestión tarifaria de Itaipú, especialmente después del acuerdo Santi–Lula del 2024. Y, por supuesto, después de que los gastos sociales se convirtieran en “gastos discrecionales” que ocupaban el bache dejado por el pago anual de la deuda total asumida desde el año 1973.

¡Por fin! Dijimos cuando en el Brasil tuvieron eco nuestros análisis, que demostraban que ambos países estaban perdiendo con el acuerdo trienal. Hasta la carta abierta al presidente Peña, del domingo 26/10/25, sumaban 15 entregas, aunque en forma general son más de 500, en 25 años de cantar en el desierto.

La lógica más simple y contundente de todo emprendimiento económico es la minimización de las pérdidas y la maximización de los beneficios. La cancelación de la deuda que originó el negocio representaba el 60% de los costos. ¡A partir de ahora tendremos dividendos verdaderos!, dijimos. Pero la desazón nos sigue persiguiendo como una sombra. Cada balance publicado por Itaipú y ANDE nos demuestran, con tristeza, que teníamos razón: las pérdidas seguirán hasta el 2026.

Cuando apareció la noticia que en el congreso brasileño algunos senadores consideraban la tarifa del acuerdo como un abuso, y otros congresistas trataron incluso de ilegal los “gastos sociales”, la cuestión tomó otro rumbo. Ahora tenemos más esperanza; me refiero a los resultados electorales del domingo 9 de noviembre del presente en CDE.

¿Qué tiene que ver? dirán algunos. Mucho, diremos los optimistas. Con la derrota del candidato colorado capitulará el mandamás de Itaipú, por muchos años jefe de campaña del oficialismo en la zona que alberga políticamente a los “gastos discrecionales”. ¡Nada que ver!, dirán los soberbios de pura cepa, como Bachi Núñez, como Silvio Ovelar, como el clan Zacarías Irun, como Nano Galaverna y otros altaneros que, en comandita con sobrinos, cuñadas, parejas e hijas ordeñan sueldos gigantescos y groseros privilegios de las binacionales.

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No importa, al final, de donde venga la cordura, siempre que venga. Las grandes decisiones, sean a favor o en contra del Paraguay, siempre desembarcaron de la margen izquierda, es decir, del Brasil. En este caso, la decisión de adecuarse al Anexo C, obedeciendo las tarifas reales vendrá del socio condómino. Más que nunca debemos instar que se cumpla el axioma preferido de ellos sobre el Tratado: “pacta sun servanda”. Ahora debe estar en la punta de la lengua de nuestros negociadores.

Dicho de otra manera, el cumplimiento del Anexo C y del B ¡es ahora! Es el tiempo de pagar tarifas bajas, de construir las obras complementarias, llámese exclusa de navegación, obras de infraestructura energética para la ANDE, dejando de lado estas orgías políticas patrocinadas por el ilegal y monstruoso gasto “discrecional”. Por las dudas, demostraremos una vez más las pérdidas totales del acuerdo tarifario trienal, 2024/2026 para ambos socios.

¿Quiénes pierden y quiénes ganan?

La respuesta parece muy obvia: la ANDE y ENBPar, junto con sus usuarios son los grandes perdedores, y en este juego de tronos energéticos, si alguien pierde, otros ganan, pues la pregunta obligada es: ¿Quiénes ganaron? La respuesta es clara, pero no tan sencilla: los administradores de los gastos discrecionales, llámense presidentes Lula y Santi, llámense directores, consejeros y todos sus “nepontes”. ¿Cuál es el producto final de sus victorias pírricas? Exclusión política, formación de élites irritantes y perpetuación del “sistema” político.

Pérdidas para ENBPar

Costo inflado del producto o tarifa = 19,28/Kwmes. Costo Real del producto o tarifa = US$10/Kwmes.

Año 2024, contratación de 9.766 MW de potencia garantizada a un costo inflado US$ 19,28/Kwmes= US$ 2.259.461.760, pudiendo haber adquirido a un costo real US$ 10/Kwmes= US$ 1.171.920.000.

Diferencia: costo inflado 2.259.461.760 – costo real 1.171.920.000= US$ 1.087.541.760, de los cuales, aproximadamente US$ 650.000.000 inyecta para sus gastos discrecionales y el resto US$ 437.541.760 obsequia al Paraguay para sus propios gastos discrecionales.

Año 2025, contratación de 9.530 MW de potencia garantizada a un costo inflado US$ 19,28/Kwmes= US$ 2.204.860.800; pudiendo haberla adquirido a un costo real US$ 10/Kwmes= US$ 1.143.600.000.

Diferencia: Costo inflado 2.204.860.800 – Costo Real 1.143.600.000= US$ 1.061.260.800, de los cuales US$ 650.000.000 para sus gastos discrecionales y el resto US$ 411.260.800 obsequia al Paraguay para sus propios gastos discrecionales.

Año 2026, supuesta contratación del Brasil: 9.270 MW de potencia, a un costo inflado US$ 19,28/Kwmes= US$ 2.144.707.200; pudiendo adquirirla a un costo real US$ 10/Kwmes= US$ 1.112.400.000. Diferencia: costo inflado 2.144.707.200 – costo real 1.112.400.000= US$ 1.032.307.200 de los cuales US$ 650.000.000 para sus gastos discrecionales y el resto US$ 382.307.200 va a obsequiar a Py para sus propios gastos discrecionales. Debe notarse que a medida que disminuye el obsequio de Brasil al Paraguay, aumenta el obsequio o la apropiación del patrimonio de la ANDE para gastos discrecionales en la administración de la IB, lado paraguayo. Obsequio total de Brasil al Paraguay en 2024, 2025 y 2026 = US$ 1.231.109.760, ¿A cambio de qué? Para los legisladores brasileños no tiene lógica económica, financiera ni técnica. ¡Elemental mi querido Santi!

Pérdidas para ANDE

Año 2024, contrató 2.369 MW de Potencia a un costo inflado de US$ 19,28/Kwmes= US$ 548.091.840; pudiendo adquirirla a un precio real de US$10/Kwmes= US$ 284.280.000. Diferencia: costo inflado 548.091.840 – costo real 284.280.000= US$ 263.811.840.

Año 2025, contrató 2.605 MW de potencia a un costo inflado de US$ 19,28/Kwmes= US$ 602.692.800; pudiendo adquirirla a precio real de US$10/Kwmes= US$ 312.600.000. Diferencia: costo inflado 602.692.800 – costo real 312.600.000= US$ 290.092.800.

Año 2026, contrata 2.865 MW de potencia a un costo inflado de US$ 19,28/Kwmes= US$ 662.846.400; pudiendo adquirirla a precio real US$10/Kwmes= US$ 343.800.000. Diferencia: costo inflado 662.846.400 – costo real 343.800.000= US$ 319.046.400. La contratación de potencia para la ANDE se ajusta con energía excedente, barata, después del 31 de diciembre de cada año. De esta operación sale el famoso “combo” que abarata la compra final de la ANDE.

En conclusión, con la modalidad “perder-perder”, ambos socios no aprovecharon la oportunidad de contratar potencia a US$ 10/Kwmes, y acceder con ello a la energía garantizada a US$ 19,40 MWh y energías excedentes a US$ 7,5/MWh. solo priorizaron la tarifa política, según el presidente de la ANDE, Ing. Félix Sosa, y el ministro de Industria, Lic. Javier Giménez antes que a la tarifa técnica.

Con esto se demuestra que el acuerdo trienal resultó extremadamente perjudicial para ANDE y ENBPAR, además de ir contra el Anexo C, aún vigente.

En el caso de la ANDE existe el agravante de que, en el corto plazo, descargarán un tarifazo, especialmente sobre el sector productivo.

No obstante, como optimistas empedernidos, opinamos que aún estamos a tiempo para corregir; la solución se encuentra en algunos escenarios posibles:

a. Que la administración de Itaipú lado paraguayo decida motu proprio devolver el sobrecosto y la alta gerencia de la ANDE informe la realidad al presidente y asuma las consecuencias;

b. Que el Sitrande y la Unión de Ingenieros de la ANDE hagan su papel de verdaderos sindicalistas, luchando por nuestros intereses nacionales y no solo por sus beneficios personales;

c. Que la Comisión de Energía del parlamento exija la devolución de los recursos financieros de los que se apropiaron indebidamente la IB a la ANDE;

d. Que el MIC deje su pretensión obscena de anexar a la ANDE y comandar el buque insignia ¿Para qué? Para llevarlo, como el Titanic, más rápido hacia el témpano.

Me atrevo, por último, a emitir una breve opinión política: A la oposición le conviene que los oficialistas continúen con sus groseras intervenciones de copamiento, de soberbia, de latrocinio, de abusos y de gastos discrecionales.

Solo así llegaremos al hartazgo y votaremos en consecuencia. Si “el sistema” hace leyes que fortalezcan la democracia como: la implementación del balotaje, la no perpetuación de miembros de la corte, si devuelven la transparencia a las instituciones públicas, si disminuyen el déficit fiscal, dejan de contratar a sus parientes y amantes; que los negocios públicos sean honestos y que las binacionales sean manejadas con patriotismo, ganarán por siempre. Si no lo hacen habrá otro 9 de noviembre, pero esta vez en todo el país.

¡Shemá Santi! Escucha Santi, solo escucha y calla.

La lógica más simple

La lógica más simple... de todo emprendimiento económico es la minimización de las pérdidas y la maximización de los beneficios.

(*) Ingeniero agrónomo. Exdirector de energías renovables, de Itaipú Binacional.