Un proyecto multidisciplinar es aquel que integra diver- sas áreas del conocimiento alrededor de un eje común. De esta manera, se fomenta la conexión entre disciplinas que en la estructura escolar convencional suelen enseñarse de manera fragmentada. Por ejemplo, un proyecto sobre la exploración espacial puede involucrar la física para comprender las leyes del movimiento, la historia para analizar las misiones espaciales, la literatura para explorar la ciencia ficción y la educación artística para diseñar maquetas o ilustraciones de naves. Para los estudiantes con altas capacidades esta forma de trabajo resulta especialmente enriquecedora porque les permite abordar un mismo tema desde diferentes perspectivas.
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Por otro lado, los proyectos transversales buscan integrar aprendizajes en torno a problemáticas o valores universales que atraviesan todas las áreas de la vida escolar. Temas como la sostenibilidad, los derechos humanos, la inteligencia artificial o la salud mental pueden trabajarse desde diferentes asignaturas y niveles de profundidad. En este tipo de proyectos, lo importante no es solo el conocimiento académico, sino también la formación ética, social y ciudadana. Los estudiantes con altas capacidades suelen mostrar gran sensibilidad hacia los problemas globales y una fuerte necesidad de encontrar sentido a lo que aprenden.
Ambos enfoques, el multidisciplinar y el transversal, coinciden en promover una visión holística del aprendizaje. En lugar de memorizar datos aislados, los estudiantes aprenden a relacionar conceptos, transferir conocimientos y aplicarlos en situaciones reales.
Además, el trabajo por proyectos favorece la autonomía, la investigación independiente y la colaboración en equipo, habilidades que son especialmente valiosas para quienes poseen altas capacidades. El estudiante no solo se convierte en consumidor de información, sino en creador de nuevos productos, ideas y propuestas que enriquecen a la comunidad educativa.
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Un ejemplo concreto podría ser un proyecto titulado «Ciudades del futuro». Desde la matemática y la física, los alumnos pueden calcular estructuras sostenibles; en ciencias sociales, analizar modelos de organización urbana; en lengua, redactar informes o relatos de ficción; y en artes plásticas, diseñar planos o representaciones visuales. Este tipo de iniciativas permite que los estudiantes con altas capacidades exploten su creatividad y pensamiento crítico, al tiempo que se fomenta la colaboración entre compañeros con diferentes talentos.
Asimismo, los proyectos multidisciplinares y transversales favorecen la inclusión. Aunque están diseñados para retar intelectualmente a los alumnos con altas capacidades, también benefician a toda la clase, pues promueven el aprendizaje cooperativo y la construcción colectiva del conocimiento. De esta manera, el aula se convierte en un espacio más equitativo, donde cada estudiante aporta desde sus fortalezas y aprende de los demás.
Fuente: - AROCAS SANCHÍS, E. Altas capacidades intelectuales. Programas de enriquecimiento curricular. Editorial CEPE. 2012. Madrid, España.