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Qué es el bruxismo
El bruxismo es un trastorno que se caracteriza por el rechinar o apretar de los dientes de manera involuntaria. Aunque puede ocurrir de día, es más común durante el sueño.
Este hábito puede tener efectos significativos en la salud oral y general, especialmente si no se aborda oportunamente.
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Causas del bruxismo
El bruxismo puede ser desencadenado por diversos factores, entre los que se incluyen:
- Estrés y ansiedad: son las causas más comunes, donde el estrés emocional o la tensión diaria pueden manifestarse físicamente en forma de bruxismo.
- Maloclusión dental: una alineación inadecuada de los dientes puede contribuir al desarrollo de este hábito.
- Factores genéticos: el bruxismo parece tener un componente hereditario, por lo que podría ser más común en personas con antecedentes familiares.
- Trastornos del sueño: condiciones como la apnea del sueño pueden estar asociadas al bruxismo nocturno.
- Estilo de vida: el consumo de sustancias estimulantes, como cafeína y tabaco, puede incrementar el riesgo de bruxismo.
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Efectos a largo plazo en la salud
El bruxismo no tratado puede tener diversos efectos negativos a largo plazo:
- Desgaste dental: el rechinar constante puede llevar a un desgaste significativo de los dientes, lo que puede ocasionar sensibilidad, fracturas y pérdida dental.
- Dolores de cabeza y mandibulares: frecuentemente se asocian con el bruxismo debido a la tensión muscular constante en la mandíbula.
- Trastornos de la articulación temporomandibular (ATM): el bruxismo puede contribuir al desarrollo de trastornos en la ATM, evidenciados por dolores al masticar y dificultad para mover la mandíbula.
- Problemas de sueño: la calidad del sueño puede verse afectada, lo que resulta en fatiga diurna y otros problemas relacionados al descanso insuficiente.
Diagnóstico del bruxismo
Para diagnosticar el bruxismo, es fundamental acudir a un profesional de la salud dental. Los dentistas suelen identificar el problema mediante exámenes físicos, observando el desgaste de los dientes y evaluando otras posibles causas.
Además, pueden recomendar un estudio del sueño para determinar la presencia de trastornos del sueño concurrentes.
Tratamiento y prevención del bruxismo

Las estrategias de tratamiento y prevención del bruxismo generalmente incluyen:
- Férulas dentales: son protectores bucales hechos a medida que ayudan a mitigar el daño dental al evitar el contacto directo entre los dientes.
- Terapia y técnicas de reducción de estrés: la gestión del estrés a través de terapia cognitivo-conductual, meditación o ejercicio puede reducir la incidencia de bruxismo.
- Correción ortodóntica: en casos donde el bruxismo se debe a maloclusión, el tratamiento ortodóntico puede ser necesario para alinear los dientes correctamente.
- Modificación de hábitos: reducir el consumo de cafeína y tabaco puede ayudar a disminuir los episodios de bruxismo.
- Tratamientos médicos: en algunos casos, pueden prescribirse relajantes musculares o tratamientos médicos para los trastornos subyacentes del sueño.
Con una combinación de intervenciones dentales, manejo del estrés y cambios en el estilo de vida, es posible controlar este trastorno y mejorar la calidad de vida.