¿Qué es la meditación en movimiento?
La meditación en movimiento es una práctica que combina los beneficios de la meditación con el movimiento físico, ofreciendo una alternativa a la meditación tradicional.
A través de actividades físicas conscientes, esta práctica permite que las personas encuentren un estado de paz y tranquilidad mientras permanecen en actividad.
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Se basa en la idea de que el movimiento consciente puede ser tan efectivo como la quietud para calmar la mente y reducir el estrés.
Beneficios de la meditación en movimiento

- Reducción del estrés y la ansiedad: al igual que la meditación tradicional, la meditación en movimiento puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, ya que centra la atención en el presente y fomenta la relajación.
- Aumento de la conciencia corporal: al involucrar el cuerpo, esta práctica ayuda a aumentar la conciencia corporal, promoviendo una mayor conexión mente-cuerpo.
- Mejora de la concentración: la meditación en movimiento requiere enfoque y atención, lo que puede mejorar la capacidad de concentración en otras áreas de la vida.
- Adecuada para personas activas: es ideal para aquellos que encuentran difícil quedarse quietos, ya que permite utilizar la energía física de manera productiva y meditativa.
- Fomento de la salud general: al combinar el movimiento con la meditación, puede mejorar la salud cardiovascular, la flexibilidad y potenciar el bienestar general.
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Cómo practicar la meditación en movimiento

1. Yoga. El yoga es la forma más conocida de meditación en movimiento. Combina posturas físicas, respiración consciente y meditación para fomentar la calma y la unidad entre cuerpo y mente.
2. Tai chi y qigong. Estas artes marciales chinas se centran en movimientos lentos y fluidos que promueven la atención plena y mejoran el equilibrio y la coordinación.
3. Caminatas conscientes. Salir a caminar es una excelente manera de practicar la meditación en movimiento. Concretamente, al caminar prestá atención a cada paso, a tu respiración y al entorno que te rodea.
4. Danza consciente. La danza consciente implica moverse al ritmo de la música con presencia plena, permitiendo una liberación emocional y una conexión profunda con uno mismo.
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Consejos para comenzar
- Empezá poco a poco: introducí momentos cortos de meditación en movimiento y aumentalos a medida que te sientas más cómodo.
- Sé consciente de tu respiración: independientemente de la actividad, mantener una respiración consciente te ayudará a concentrarte.
- Mantenete abierto: no te centres demasiado en hacerlo “bien”. La clave es disfrutar y estar presente.