¿Cómo afecta el estrés a la mandíbula?
El estrés crónico provoca cambios en el cuerpo y la mente de diversas formas. Una manera común en la que se manifiesta es a través del bruxismo, que es el hábito inconsciente de apretar o rechinar los dientes, especialmente durante el sueño.
Este hábito puede generar una gran tensión en los músculos de la mandíbula, lo que conduce a dolor y malestar.
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Señales de que el estrés podría ser la causa

- Dolor al abrir o cerrar la boca: si experimentás dolor al realizar movimientos simples de la mandíbula, puede deberse a la tensión muscular resultante del estrés.
- Ruido o chasquido al masticar: escuchar un clic o chasquido en la mandíbula al masticar podría ser un indicativo de que algo no está funcionando correctamente debido al estrés acumulado.
- Dolor de cabeza frecuente: las tensiones en la mandíbula pueden irradiar dolor hacia la cabeza, causando dolores de cabeza frecuentes, principalmente en la zona de las sienes.
- Sensación de rigidez: la dificultad para mover la mandíbula libremente puede ser señal de músculos tensos debido a bruxismo o estrés.
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Estrategias para aliviar el dolor de mandíbula asociado al estrés
1. Técnicas de relajación. La meditación, el yoga y las técnicas de respiración pueden ser herramientas efectivas para reducir el estrés y, por ende, la tensión en la mandíbula.
Dedicar unos minutos diarios a la práctica de estas actividades puede resultar en una disminución del dolor.
2. Ejercicios de mandíbula. Hacer ejercicios específicos para la mandíbula puede ayudar a disminuir el dolor y mejorar el rango de movimiento. Estos ejercicios incluyen movimientos suaves de la mandíbula hacia adelante, atrás y en círculos.
3. Terapia física. Consultar a un fisioterapeuta especializado puede proporcionar beneficios notables. Un profesional puede ofrecer tratamientos y ejercicios personalizados para aliviar la tensión en los músculos de la mandíbula.
4. Uso de férulas dentales. Los dentistas a menudo recomiendan el uso de férulas dentales para pacientes que sufren de bruxismo. Estos dispositivos, diseñados para ser usados mientras se duerme, ayudan a mantener los dientes en una posición que reduce la presión sobre la mandíbula.
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5. Cambios en el estilo de vida. Incorporar hábitos saludables como una dieta equilibrada, suficiente hidratación y ejercicio regular puede contribuir en gran medida a la reducción del estrés y, por lo tanto, aliviar el dolor de mandíbula.
El dolor de mandíbula relacionado con el estrés acumulado es un trastorno común, pero manejable. Identificar los síntomas y abordar el problema desde distintos ángulos puede resultar en una disminución significativa del dolor y mejorar la calidad de vida.
Si experimentás dolor persistente en la mandíbula, es importante consultar a un médico o dentista para recibir un diagnóstico adecuado y explorar más opciones de tratamiento. Recuerda que manejar el estrés es un paso crucial para prevenir y aliviar el malestar mandibular.