Monotarea: el hábito simple que reduce el estrés digital y mejora tu foco

Frente al agotamiento que genera la multitarea digital, la monotarea resurge como una práctica eficaz para reducir el estrés, mejorar la concentración y recuperar el bienestar mental. Te contamos por qué enfocarte en una sola cosa a la vez puede cambiar tu día.

Monotarea, bienestar, imagen ilustrativa.
Monotarea, bienestar, imagen ilustrativa.fizkes

El mito de la multitarea eficiente

Durante años se promovió la habilidad de gestionar múltiples tareas a la vez como sinónimo de eficiencia y modernidad. Sin embargo, investigaciones recientes desmienten esta creencia.

Un estudio de la Universidad de Stanford demostró que quienes practican multitarea constantemente tienden a cometer más errores, retienen menos información y les resulta más difícil filtrar distracciones.

El doctor David Meyer, experto en psicología cognitiva, explicó que la mente humana no está diseñada para saltar de una tarea a otra rápidamente.

De hecho, cada “cambio de contexto” consume energía mental y reduce nuestra eficacia, aumentando sin darnos cuenta los niveles de ansiedad.

Monotarea: volver a lo esencial

La monotarea, o “single-tasking”, consiste en dedicar atención plena a una actividad, eliminando distracciones y evitando fragmentar el tiempo. Este enfoque se basa en técnicas de mindfulness y resulta particularmente valioso en un entorno saturado de estímulos digitales.

Prácticas de bienestar.
Prácticas de bienestar.

Practicar la monotarea reduce el agotamiento cognitivo y permite una conexión más profunda con el presente.

Según un estudio publicado en la revista Journal of Experimental Psychology, dedicar al menos 20 minutos continuos a una sola actividad mejora el rendimiento, la memoria y disminuye significativamente los síntomas de estrés.

Pequeños pasos para grandes cambios

Implementar la monotarea no requiere cambios drásticos, sino ajustes graduales en nuestra rutina diaria. Aquí algunas recomendaciones respaldadas por expertos:

  1. Desactivar notificaciones: reservar momentos específicos para revisar correos y mensajes.
  2. Establecer prioridades: seleccionar una tarea clave al inicio del día y dedicarle bloques de tiempo definidos.
  3. Pausas conscientes: incorporar descansos breves entre tareas para oxigenar la mente.
  4. Ambientes libres de distracciones: designar espacios donde se limite el uso de dispositivos electrónicos.

Un movimiento en ascenso

Aunque la transición hacia la monotarea implica resistencia inicial —especialmente en contextos laborales que valoran la “productividad instantánea”—, cada vez más empresas y profesionales están adoptando esta filosofía.

Gigantes tecnológicos como Google y Microsoft ofrecen talleres internos de monotarea y mindfulness para combatir la fatiga digital entre sus empleados.

En definitiva, la monotarea emerge como el antídoto silencioso ante el estrés digital. No solo mejora nuestra eficiencia, sino que reconcilia nuestra experiencia laboral y personal con el bienestar.

En un mundo hiperconectado, priorizar el aquí y el ahora podría ser el mayor acto de rebeldía —y autocuidado— de nuestra era.

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