Tips para estudiar
1. Planificá tu tiempo (y respetá tus límites). La organización comienza con una buena planificación. Utilizá una agenda, aplicaciones digitales o un calendario físico para visualizar tus tareas, exámenes y fechas límite.
Dividí los grandes proyectos en pasos más pequeños y establecé fechas realistas para cada uno.
Consejo clave: reservá bloques específicos para el estudio y, tan importante como esto, también para el descanso y el ocio. No intentes abarcarlo todo en un solo día.
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2. Priorizá y aprendé a decir “no”. No todas las actividades tienen la misma importancia. Identificá las tareas urgentes y significativas.
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Aprendé a rechazar compromisos adicionales cuando sientas que tu carga académica y personal está alcanzando su límite.
Recordá: priorizar no es egoísmo, es autocuidado.
3. Mantené hábitos saludables. El rendimiento académico no solo depende del estudio. El sueño, la alimentación balanceada y la actividad física influyen directamente en la concentración y el ánimo.
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Intentá dormir entre 7 y 8 horas, comé a intervalos regulares y realizá alguna actividad física aunque sea leve.
Tip: el ejercicio libera endorfinas y ayuda a combatir el estrés.
4. No dudes en pedir ayuda. Buscar apoyo académico o emocional es una muestra de fortaleza, no de debilidad. Acercate a profesores, tutores, orientadores o amigos cuando lo necesites.
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Muchos centros universitarios cuentan con servicios de consejería y apoyo psicológico.
Dato: conversar sobre tus dificultades puede evitar que el estrés se acumule y se transforme en burnout.
5. Date permiso para desconectarte. El descanso no es un lujo, es una necesidad. Programá momentos para realizar actividades que te gusten: ver una serie, leer por placer, caminar, compartir con amigos o simplemente desconectarte de las pantallas.
Beneficio: recargar energías mejora el rendimiento y previene el agotamiento. La clave para sobrevivir a la universidad sin quemarse radica en encontrar el equilibrio entre las exigencias académicas y el bienestar personal.
Organizarte te permitirá rendir más, aprender mejor y disfrutar de una etapa única e irrepetible. Cuidar de vos mismo es, también, parte del éxito universitario.