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Elegir carne de calidad puede parecer una tarea intimidante si no sos un experto. Sin embargo, con algunas pautas básicas, cualquier persona puede aprender a identificar una buena carne en el supermercado o en la carnicería.
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Cómo elegir una buena carne
El color de la carne es uno de los indicadores más inmediatos de calidad. Si se trata de una carne de res debe tener un color rojo brillante, indicando frescura. Si es de un color marrón oscuro, podría ser una señal de que la carne ha estado expuesta al aire durante mucho tiempo.
La carne de cerdo debería ser de color rosa claro. Evitá la carne que sea de un tono grisáceo. En cuanto a la carne de ave, debe ser blanca o crema pálida. Los tonos amarillentos pueden indicar que la carne está envejecida.
En segundo lugar deberás revisar la grasa, ya que esta puede decirte mucho sobre su calidad y sabor esperado. El marmoleo, los montones diminutos de grasa blanca distribuidos a lo largo de la carne, indican una carne de calidad, ya que esta grasa mejora el sabor y la jugosidad.
Verificá la grasa sólida y blanca, una buena señal. Evitá la grasa que es amarillenta o blanda, ya que podría indicar que la carne es vieja o de baja calidad.
La textura es otro buen indicador de la calidad de la carne. En la carne de res y la de cerdo debería ser firme y elástica al tacto. La carne blanda puede estar en proceso de deterioro.
En la carne de ave la piel debería estar intacta y la carne debe tener un aspecto firme y no pegajoso.
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Por otro lado, el olor es una de las señales más claras de la frescura y calidad de la carne. La carne fresca casi no tiene olor, o bien tiene un aroma suave y limpio, dependiendo del tipo.
Un olor fuerte o desagradable es una advertencia de que la carne probablemente esté en mal estado.
Aunque no siempre es infalible, la fecha de caducidad te da una idea de la frescura de la carne. Siempre optá por cortes que aún no hayan alcanzado su fecha de vencimiento, y asegurate de que el envase esté en buenas condiciones.
Además, dónde comprás tu carne puede influir significativamente en su calidad. Las carnicerías de confianza con frecuencia, ofrecen cortes más selectos y frescos, además de asesoramiento personalizado.
Si te es posible, elegí carne orgánica o alimentada con pasto, ya que estas suelen ser producidas con altos estándares de calidad.
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Al comprender estos aspectos básicos de cómo reconocer carne de calidad, podés hacer elecciones más informadas y seguras.
Recordá que invertir en carne de buena calidad no solo mejora tus comidas, sino que también contribuye a tu bienestar general. La próxima vez que comprés carne, utilizá esta guía para asegurarte de seleccionar el mejor corte disponible.
