Más de 40 estudiantes de la Escuela Básica N° 5934 Comunidad Indígena Cerro Poty, ubicada en la ladera del Cerro Lambaré, en la comunidad Yukyty, quedaron sin los pupitres chinos que fueron entregados de manera incompleta por la Itaipú Binacional y el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) en la institución educativa.
Durante una cuestionada licitación, Itaipú adjudicó a la empresa fabricante de frazadas, Kamamya S.A., la compra de 330.000 mesas y sillas pedagógicas de plástico, importadas de China. La firma es propiedad de Liong Jang, amigo cercano del vicepresidente de la República, Pedro Alliana y del clan Zacarías Irún en Ciudad del Este. El director de la Binacional es justamente Justo Zacarías Irún.
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Cada juego, consistente en una mesa y una silla, tuvo un costo de casi G. 800.000, pese a que el representante adjudicado, Liong Jang, declaró ante la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) que cada uno tuvo un costo real de G. 117.750, lo que arroja serios indicios de supuesta sobrefacturación.
En la escuela indígena Cerro Poty, los muebles asiáticos llegaron para los alumnos desde el nivel inicial hasta el noveno grado, pero quedaron excluidos los 42 alumnos del nivel medio, bajo la modalidad Educación Media Abierta (EMA), que tienen todos los días clases presenciales en el establecimiento.
Utilizan pupitres viejos ante ninguneo de Itaipú
Debido a que los estudiantes de la EMA quedaron sin los pupitres chinos, utilizan las mesas y sillas de madera que tienen en la institución desde hace al menos cinco años, según expresó la directora del nivel Sonia Martínez. Los estudiantes también aguardan ser incluidos con los millonarios muebles.
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Encima, el domingo, cuando llegaron los pupitres chinos la comunidad vio cómo desde Itaipú retiraban todos los muebles que tenían, incluidos los de EMA, por lo que al día siguiente, ante constatar que no alcanzó para todos, debieron exigir la devolución de las 42 sillas y mesas de madera.

Otra situación particular se da en la institución educativa. “Trajeron sillas, pero no aulas”, indicaron desde la escuela, debido a que no todos los grados tienen su propia sala de clase, por lo que los pupitres también son compartidos entre varios niveles.
Una sala de clases es compartida por el octavo grado (turno mañana) y el segundo grado (turno tarde), por lo que decidieron colocar solo los muebles para el segundo grado. Es decir, los estudiantes de entre 14 y 15 años usan sillas y mesas que corresponden a los de entre 7 y 8 años.
Solo 1 de 10 escuelas indígenas recibirá los millonarios muebles
Los líderes indígenas de la escuela Cerro Poty agradecieron la entrega de pupitres en la institución educativa, ubicada en una zona vulnerable y con múltiples carencias, como la falta de al menos tres aulas.
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No obstante, también lamentaron la exclusión de otras instituciones educativas, que no recibirán estos sets, según denunciaron.

“No es bueno que una sola escuela reciba estos muebles, que hace rato estamos necesitando. La entrega debe alcanzar a todas las 10 escuelas que integran nuestra organización acá en capital y en Central, pero a nosotros nos dijeron que solo una institución será la beneficiada”, reclamó Petrona Ruiz Diaz, lideresa indígena de Cerro Poty.
A la exclusión de pueblos indígenas, se suma la exclusión de estudiantes con discapacidad y la falta de consideración para los alumnos con mayor estatura o complexión, como denunciaron en la escuela Leandro Prieto, de la capital.