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El cáncer genital es una de las principales preocupaciones médicas que puede afectar tanto a hombres como a mujeres, involucrando órganos como los testículos, el pene, los ovarios, el útero y la vagina.
Cuando hablamos de cáncer genital nos referimos a varios tipos de cáncer que afectan los órganos reproductores. Entre los más comunes están el cáncer de cuello uterino, el cáncer de ovario en las mujeres y el cáncer de pene y testicular en los hombres.
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La detección temprana es crucial para el tratamiento eficaz, pero desafortunadamente, los síntomas a menudo son vagos y pueden llevar a diagnósticos tardíos.
Diversos factores pueden incrementar el riesgo de desarrollar cáncer genital, incluyendo antecedentes familiares de cáncer, ciertas infecciones virales como el VPH (virus del papiloma humano), hábitos de vida no saludables como el tabaquismo y una dieta pobre, y factores ambientales.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de estos tipos de cáncer generalmente incluye un examen físico, pruebas de imagen como resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, y en muchos casos, biopsias para confirmar la presencia de células cancerosas.

Además, se pueden incluir exámenes específicos dependiendo del tipo de cáncer, como la colposcopia para el cáncer de cuello uterino.
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En cuanto al tratamiento, este varía dependiendo del tipo y la etapa del cáncer y puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o una combinación de estos métodos.
En algunos casos también se recurre a tratamientos hormonales o terapia dirigida. Cada tratamiento tiene efectos secundarios que pueden afectar física y psicológicamente al paciente.
Impacto en la vida sexual
El tratamiento de cáncer genital puede afectar la función sexual. En las mujeres, ciertos tratamientos pueden causar menopausia prematura, disminución de la lubricación vaginal y pérdida de elasticidad, lo que puede hacer que las relaciones sexuales sean dolorosas.
En los hombres, la cirugía o la radioterapia pueden provocar disfunción eréctil o problemas de fertilidad.
El impacto emocional de un diagnóstico de cáncer genital puede ser devastador, afectando la autoimagen y la confianza sexual. La ansiedad y la depresión son comunes, y muchas personas luchan con el estigma social asociado con el cáncer genital.
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Estrategias para superar las dificultades
Fomentar una comunicación abierta y honesta con la pareja es crucial. Hablar de las preocupaciones y los cambios puede ayudar a mantener la intimidad y fortalecer la relación.
Además, buscar el apoyo de un profesional, ya sea un terapeuta sexual o un consejero, puede ser de gran ayuda. Estos profesionales pueden ofrecer estrategias y técnicas para manejar los cambios en la vida sexual.
Unirse a grupos de apoyo para pacientes y sobrevivientes de cáncer puede proporcionar un espacio seguro para compartir experiencias y aprender de otros que han pasado por experiencias similares.
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Con un diagnóstico y tratamiento adecuados, junto con un enfoque constructivo hacia la comunicación y el asesoramiento, es posible mantener una vida sexual satisfactoria y superar los retos emocionales y físicos que esta enfermedad impone.
La clave es abordar cada aspecto con cuidado y sin prejuicios, buscando siempre el apoyo necesario.