MADRID. El agujero de la capa de ozono del que más se habla es el de la Antártida pero, ocasionalmente, el ozono protector sobre el Ártico también se destruye, la última vez y con récord en 2020. ¿Por qué ocurren menos episodios de este tipo sobre el hemisferio norte? ¿Se producen después anomalías meteorológicas?
TOKIO (EFE). El agujero de la capa de ozono en la Antártida alcanzó el doble del tamaño del continente sureño y es el cuarto más grande de la historia, informó ayer la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).
El avance del proceso de calentamiento global ha obligado a nuestro país a sumarse a las acciones para proteger el ambiente, por lo que hace poco se ha dispuesto la regulación de acondicionadores de aire para proteger la capa de ozono.
Desde marzo de 2015, La Secretaría del Ambiente (Seam) iniciará un proceso de reducción gradual para controlar la importación de estos aparatos, debido al gran impacto negativo que en la capa de Ozono.
En el año 1987 se firmó en Montreal el protocolo que habla sobre las sustancias de ponen en peligro la capa de ozono y en 1994, la Asamblea de las Naciones Unidas, declaró que el 16 de setiembre se recuerde como Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono.
Ella es la que impide que los rayos ultravioletas del sol lleguen con toda su intensidad hasta nosotros; la capa de ozono funciona como una gran sombrilla y por eso no llegan los rayos directamente a la Tierra.