El Ministerio de Salud -en particular el Senepa- se lava las manos en torno a los reportes sobre la reaparición de caracoles africanos. Pese a que se trata de una especie considerada peligrosa, alegan que “en realidad no es un problema de salud pública”.
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social resolvió conformar un comité para controlar la proliferación de caracoles africanos, que se constituyen en un riesgo para la salud y una plaga para los cultivos.
El temido caracol gigante africano (Achatina fulica) ya fue encontrado en la zona de Itá Enramada de nuestra capital, en el barrio Laurelty de San Lorenzo, en distintos puntos de Ciudad del Este, en Presidente Franco, en Ayolas y en el barrio Itacurubí de Concepción, confirmó ayer el Senave.
Un acta de compromiso sobre las acciones que realizarán para intensificar las medidas de control al caracol gigante africano, fue lo que firmaron la Seam el Senave y el Ministerio de Salud Pública.
El Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) ya no abastece con las masivas denuncias de presencia del caracol africano en zonas urbanas y periurbanas, razón por la cual solicitó apoyo de la Secretaría del Ambiente (Seam) y del Ministerio de Salud Pública (MSP), según señaló ayer el director general técnico de la entidad autárquica, Ing. Agr. Fernando Ríos.
El pasado 20 de noviembre, el Senave activó una alerta sanitaria ante la detección de ejemplares del peligroso caracol africano en Ayolas; luego, el 16 de este mes, se detectó dicho molusco en Ciudad del Este, y ayer se denunció la presencia de esa plaga en Concepción.