11 de mayo de 2025
Promediado el siglo XVIII, en tiempos de las Guerras Guaraníticas, la ficción literaria de Voltaire llevó a Cándido –personaje principal de su novela homónima, quien recorría el mundo tras su amada Cunegunda– a una reducción jesuítica del Paraguay también (¿algo?) ficcionada, dado que allí, bajo una glorieta ornada «de una muy bonita columnata de mármol verde… estaba servido en vajilla de oro un excelente almuerzo; mientras comían granos de maíz los Paraguayeses [sic] en escudillas de palo y en campo raso al calor del sol».